La gemela sobreviviente que cayó de un tercer piso en la ciudad de Barcelona abrió los ojos al escuchar la voz de su padre, según contó el abuelo de la menor. “Movió los párpados cuando escuchó la voz del padre”, dijo Gustavo Lima, el abuelo de las gemelas, y agregó: “Leila está luchando por su vida. La van a volver a dormir porque tiene la mandíbula quebrada. Es alentador pero todavía queda mucho por recorrer”.
En declaraciones radiales, y antes de partir hacia España a reencontrarse con su hijo, Lima comentó: “No la podían mover el día anterior porque tenían miedo, tenía muy tomado el pulmón. Ayer tuvo una mejoría y hoy van a tratar de despertarla para poder hacer las curaciones. Tiene la mandíbula quebrada y es lo primero que quieren curar”.
Además, el abuelo de la menor contó que sufrían un fuerte acoso escolar: “El bullying empezó porque eran argentinas, tenían acento argentino. Y eso se agravó cuando Alana quiso llamarse Iván y vestirse como varón. Fue eso, literal”.
Tras lo ocurrido, en el domicilio de la familia se encontraron dos cartas escritas y dos sillas que habrían podido utilizar para tirarse, por lo que se sospecha que podría haberse tratado de un suicidio colectivo, aunque por el momento esa hipótesis no fue confirmada de manera oficial.
El hombre contó también que Alana en su carta pedía perdón y confesaba que “había tomado esa decisión porque no soportaba el bullying que sufría por su decisión de llamarse Iván y de ser transgénero. Decía que no soportaba más y que se quería ir de este mundo”.
“En lugar de decirle Iván la llamaban Ivana. No pudo superar el bullying. Ella quería ser feliz y sintió que si no podía ser feliz de chiquita tampoco iba a poder de grande”, dijo Lima.