Sebastián Coronel, el hombre que atacó a balazos al policía Gabriel Sanabria, recibió este lunes la prisión preventiva por el plazo de ley. De acuerdo con la fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli, la pena se determinó en base a dos hechos: el que involucra al uniformado y el homicidio de Ángel Ocampo, que ocurrió el 27 de mayo en Tucumán y Dorrego.
Según explicó la letrada, el imputado participó de los dos episodios en menos de 48 horas y la principal evidencia surgió del crimen sucedido en pleno centro. Es que luego de haberle disparado a Ocampo, el auto en el que iban Coronel, su pareja Nadín Martínez y un hombre de identidad desconocida, huyen.
Al escapar, chocan con un taxi y salen corriendo del auto (un Nissan que había sido robado en Funes dos semanas antes) y Nadín olvida dentro del vehículo su celular. En ese teléfono quedaron registradas conversaciones que fueron claves para la investigación. “Allí encontramos una conversación de Coronel con Nadin Martínez, imputada también. Ellos, como pareja, planifican el segundo asesinato horas después del tiroteo a Gabriel”, indicó Paolicelli.
“No pudimos determinar qué los motivó en el caso de Sanabria. Puede ser algo del momento, porque estaban persiguiéndolos; el vehículo en el que circulaban tenía pedido de secuestro“, agregó. Respecto al segundo caso, sostuvo que posee un “conocimiento previo” debido a que la mujer acordó encontrarse con la víctima.
“Ella participó del ataque. Había quedado en ver a Ocampo después del boliche en esa esquina por cuestión de comodidad, pero también para que sucediera lejos de su vivienda”, remarcó Paolicelli.