En medio de lo que algunos denominan como una “nueva normalidad”, la inversión extranjera directa (IED) disminuirá entre 40 y 55 por ciento este año respecto de 2019 en América Latina. En efecto, afectará en especial a la Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, según el informe mundial de inversiones 2020 de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad).
“La pandemia combina un malestar político y social con debilidades estructurales, empujando a las economías de la región a una profunda recesión y exacerbando los desafíos para atraer inversión extranjera“, manifestó el director de la División de Inversión y Empresa de la Unctad, James Zhan.
Además, la Unctad indicó que “los flujos hacia Argentina se redujeron a la mitad a 6,2 mil millones de dólares en 2019, obstaculizados por una profundización económica de la crisis“.
“La economía se contrajo un 2 por ciento, la tasa de inflación promedió más del 50 por ciento, los impuestos aumentaron bruscamente y se impusieron controles de capital. Empresas como Amazon, General Motors y Nike (todos de los Estados Unidos) informaron en los medios locales que están congelando planes de inversión“, apuntó.
En tanto, detalló que “las perspectivas para desarrollar el campo de gas de esquisto de Vaca Muerta y proporcionar ingresos de exportación muy necesarios se están desvaneciendo a medida que las intensas inversiones extranjeras se están secando; la incertidumbre sobre la reestructuración de la deuda externa ya era una influencia negativa en 2020 antes de la Covid-19“.
Por otro lado, para este año en América Latina se espera que los flujos de inversión bajen a la mitad en 2020, de los 164 mil millones de dólares recibidos el año pasado.
TIEMPOS DE CAMBIOS
En principio, los precios bajos del petróleo y las materias primas afectarán a la inversión en las principales economías de América del Sur -Colombia, Brasil, Argentina, Chile y Perú- que dependen de la IED en las industrias extractivas.
A su vez, la industria manufacturera, las actividades automotrices y textiles, dos sectores importantes de la región, ya están sufriendo impactos simultáneos de oferta y demanda. En paralelo, a nivel mundial la IED bajará 40 por ciento respecto de los 1.540 millones de dólares de 2019 y podría caer entre 5 y 10 por ciento en 2021, para comenzar a recuperarse en 2022, según el informe.
Télam