La erosión hídrica es uno de los principales factores de degradación de suelo en la Provincia de Santa Fe, aunque es poco conocida por sus habitantes. Un equipo de investigación del Centro de Estudios Territoriales, perteneciente a la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, realizó una evaluación sobre la presencia y consecuencias de este problema en la cuenca del Arroyo Ludueña.
La erosión hídrica es un proceso complejo que puede generar pérdidas considerables de suelo, afectando la productividad del mismo. “En una primera instancia se produce la remoción de las partículas de suelo motivado por el impacto de la gota de lluvia. Es decir, ese proceso provoca que se descargue en un material que no es cohesivo provocando el desprendimiento de algunas partículas del suelo”, explicó el investigador Néstor Di Leo, quien trabaja en la temática junto a Sergio Montico y José Alberto Berardi.
La segunda fase se lleva a cabo cuando ese material desprendido tapa los poros del resto del suelo, obstruyendo así los canales por donde el agua tendría que filtrar. De ese modo, cuando el agua comienza a acumularse en la superficie y el terreno tiene pendiente, comienza a escurrir. “Ahí se produce la remoción fuerte de partículas de suelo, ya no generadas por las gotas sino por el flujo que escurre a nivel superficial. Esto hace mucho más daño que la primera fase del proceso”, comentó.
El trabajo llevado a cabo por los profesionales intenta caracterizar la cantidad de hectáreas agrícolas afectadas en la cuenca del Arroyo Ludueña. Dos tercios de la ciudad de Rosario se encuentra constituida sobre esta cuenca, por lo cual es elemental estudiar la zona para evitar así las consecuencias de este proceso.
“La parte agrícola de esta cuenca se encuentra al sur, cerca de Zavalla, Coronel Arnold, etc. Nosotros usamos imágenes satelitales del lugar para estimar la cantidad de espacios que tienen presencia de cárcavas, que son una especie de zanjas que se generan en el medio del campo donde el flujo del agua se concentra. Este es uno de los procesos más graves porque se generan remociones muy importantes de suelo, provocando un daño inmenso al mismo”, indicó.
El investigador manifestó que el panorama no es sencillo a nivel general, sobre todo teniendo en cuenta la pérdida de la funcionalidad hidrológica del suelo. “Pensemos la situación como si fuera una esponja, que absorbe una determinada cantidad de agua –amplió-. La que no puede contener, comienza a escurrir y, cuando hay erosión, las capas que van quedando por debajo del suelo tienen menor capacidad de filtración. En este sentido, se puede afirmar que la erosión hídrica va generando una paulatina impermeabilización del suelo, generando un exceso de agua acumulada cuando llueve”.
El especialista añadió que en el último tiempo se están registrando lluvias de mayor intensidad en un corto lapso, lo que disminuye la capacidad de absorción del suelo y genera inundaciones. Además, destacó que el 7% del área destinada a la actividad agrícola la cuenca del Arroyo Ludueña tiene problemas de erosión muy graves.
“En nuestro trabajo hemos podido medir e identificar estas zonas porque están en un estado casi crítico. El dato es un indicador de que hay que tomar cartas en el asunto, aunque las cuencas del Arroyo Saladillo, de San Lorenzo y de Carcarañá tienen aún más problemas”, sostuvo.
Toda degradación de un recurso natural brinda un mensaje notificando que algo se está haciendo mal. Di Leo explicó que desde el vamos la degradación del suelo es peligrosa, aunque advirtió que aún lo es más si lo que se degrada es la capa superficial del mismo.
Además, manifestó: “En el Centro de Estudios Territoriales desarrollamos trabajos vinculados a lo que es la conservación de suelos y la tecnología para solucionar la erosión hídrica. Sin embargo, antes de solucionar cualquier problema hay que concientizar sobre la existencia del mismo, y en eso también estamos poniendo energías. Lo que suele suceder es que los productores agrícolas reaccionan cuando ven el grave daño que se produce en su campo, es decir cuando el proceso ya es evidente”.
La erosión tiene algunos pasos previos a los anteriormente mencionados que se desarrollan de manera silenciosa y cuando por fin aparecen los síntomas más evidentes ya existe una pérdida de suelo importante. “Buscamos concientizar de todo esto a los productores y organismos estatales. Argentina está muy atrasada en cuanto a legislación sobre este tema, aunque la Provincia de Santa Fe desde hace unos cuantos años ha venido estructurando un marco normativo en relación a esto. Estamos aportando información para mejorar este aspecto”, concluyó.
Fuente: UNR