Referentas de distintas comunidades originarias cuentan los rituales típicos del inicio del mes entrante. La salud y la tierra son el eje de ambas celebraciones.
En el barrio Toba, en el distrito Oeste, está la casa de Ruperta Pérez, una mujer sabia y de referencia en la comunidad Qom. Todos los años prepara caña con ruda: “Es una tradición ancestral para limpiar todos los males. Fundamentalmente los que nos trae julio. Julio los prepara y agosto se los lleva”, cuenta.
Sobre el proceso de preparación de la bebida, Ruperta explica que lleva aproximadamente un mes: “Se hace con el azucarado de la miel natural, se pone en el fuego con algunas hojitas de la ruda y con eso se macera. Y después hay que dejar reposar junto con la tintura de la ruda. Eso es lo que se llama Quemadillo”, indica y amplía: “Preparamos el Quemadillo los primeros días de julio, se hace la tintura para que se macere bien y le sumamos caña y sale muy rico”.
“Según la leyenda, la caña con ruda se toma los primeros días de agosto. Y se toman tres traguitos. Es un ritual que hay que hacer para venerar ese legado que nos han dejado nuestros ancestros”, dice Ruperta.
Tomar caña con ruda es también una costumbre guaranítica. En Rosario hay una gran colectividad paraguaya de la que participa Karina Zabala. Si bien no nació en Paraguay, sí sus padres y abuelos. “Nací en medio de todas las creencias, la tradición y la cultura guaraní”, apunta.
“A la caña con ruda la llaman Carrulin, está compuesta por 3 cosas: Caña, ruda macho y limón. Entonces, “ca” de caña, “ru” de ruda y “lin” de limón, Carrulin”, dice Karina y agrega: “Es una bebida tradicional del Paraguay, se toma el primero agosto, en ayunas y 3 sorbitos”. Este ritual la acompañó toda su infancia y lo sigue haciendo: “Mi papá preparaba la caña con ruda y todos los primeros de agosto antes de ir a la escuela tomábamos los tres sorbitos. Ahora, que ya no vivo con él, igualmente me espera para que beba la caña y a mis hermanos también”.
Menciona que en la colectividad hay mucha gente que la prepara y detalla las virtudes de esta bebida: “Mejora el flujo sanguíneo, sirve para la buena salud, para contrarrestar todas las enfermedades que trae el invierno, purifica la sangre, la mejora y además de eso espanta a la mala onda y la envidia”.
Sobre el final invita a preparar la caña con ruda macho y limón: “Para que todos podamos pasar todos los males del invierno”.
PACHAMAMA
“La Pachamama es venerada por los pueblos andinos, pero en realidad en su concepción y su cosmovisión es venerada por todos los pueblos de Abya Yala originarios teniendo distintos nombres”, señala Analía Chumpitaz, médica del sistema de Salud Municipal y activa referente de los Pueblos Originarios. Luego amplía: “Pachamama específicamente significa madre tierra, pero con un concepto mucho más amplio, porque no es sólo la tierra como pensamos nosotros que es la naturaleza, sino también pensar que es el espacio y el tiempo. Por eso es todo: la cosmovisión, la pacha, es todo. Y así como se celebra en todos los pueblos andinos también se celebra en otros pueblos originarios o etnias, de distintas maneras”.
“Los pueblos Qom y los pueblos andinos celebramos la Pachamama”, sostiene Ruperta y añade: “Nosotros compartimos este saber ancestral porque estamos muy cerca de los hermanos guaraní, estamos muy cercanos de la rama del guaraní del Guaycurú, en realidad”.
Sobre el origen de la infusión, Analía explica: “Los guaraníes comienzan a prepararla a partir de la llegada de los conquistadores, porque la ruda no es una planta nativa, así como tampoco el destilado de miel de la caña de azúcar que se prepara. Esto es una costumbre que es posterior a la llegada de los colonizadores”.
“Esa costumbre la toman los pueblos de la etnia guaraní y por eso es que los pueblos Qom, que son de esta línea étnica, la mantienen en función de la limpieza para curar de todos los males que pueda traer el frío del invierno”, explica Analía.