En silencio, después de una semana de cuestionamientos, incluso de la propia vicepresidenta, el mandatario partirá mañana para España y luego irá a Alemania.
La grieta al interior del Frente de Todos ha ido escalando y hasta la propia vicepresidenta se plegó a los cuestionamientos públicos al jefe de Estado, Alberto Fernández, y a sus ministros más cercanos.
En medio del incesante fuego amigo, el mandatario, quien ha decidido mantenerse en silencio, deberá emprender su gira exprés por Europa que iniciará el lunes rumbo a España y culminará el jueves en Alemania, día en el que se revelarán los datos de la inflación de abril.
Y es que a los cruces de “El Cuervo” Larroque y de Máximo Kirchner, se sumaron las duras palabras de Cristina Kirchner tras confesar un centenar de infidencias que dejaron “mal parado” al candidato elegido para llevar adelante la conducción del país.
En tono cuestionador, la vice afirmó que la designación de Alberto Fernández configuró “un acto de inteligencia”, pero dejó en claro que el haberle otorgodo la libertad de elegir su propio gabinete fue una “acción generosa”.
En la misma línea habló su hijo al día siguiente de los embates de su madre, como presidente del PJ bonaerense, en el marco de un acto por el 103 aniversario del nacimiento de Eva Perón. Durante su discurso, se encargó de reforzar el problema de la pérdida del poder adquisitivo y manifestó que “a Néstor y a Cristina (Kirchner) no les tembló la pera a la hora de defender a los trabajadores”. Además, pidió crear “ámbitos políticos” con la intención de amplificar las decisiones de gestión.
El gobernador de la provincia, Axel Kicillof, tras haber saldado las diferencias con el kirchnerismo, le subió la temperatura al cruce: “¡Donde hay un derecho, hay una obligación. Nadie se puede olvidar para qué ganamos las elecciones. Hay que hacer valer esos derechos!”.
De la tensión entre las partes de Gobierno se desprende también la crítica constante el ministro de Economía Martín Guzmán y hombre del riñón del Presidente y eje de críticas y acuerdos de la coalición.
Frente a este panorama y sin modificaciones en el Gabinete que lo acompaña, el Presidente encabezará la comitiva presidencial que partirá el lunes a tierras europeas para emprender el retorno el jueves de la misma semana.
Sobre el detalle, la ministra de comunicación Gabriela Cerruti aclaró que se trata de un viaje programado que iniciará en España con un encuentro con Pedro Sánchez para luego trasladarse a Alemania a efectuar una reunión junto al canciller Olaf Scholz.
“La idea es poder continuar con la inserción de la Argentina en el mundo y llevar adelante conversaciones con respecto a la situación internacional que atraviesa Europa en particular en este momento”, contó Cerruti y agregó que las reuniones con empresarios apuntan a “conseguir inversiones para la Argentina y seguir en esta senda de crecimiento”.
El último encuentro del jefe de estado argentino con su par español fue a principios de junio de 2021, cuando Sánchez visitó Buenos Aires.
La bilateral con Scholz se dará el día en el que en la Argentina se darán a conocer las cifras del INDEC en el contexto inflacionario que de antemano, incluso desde el Gobierno, se sabe que no serán positivas, aunque desde el entorno del mandatario esperan que sean “un poco mejores” que las de marzo.
Ninguno de los ministros que responder al Presidente optó por romper el silencio y salir al cruce ante los constantes cuestionamientos. ¿Cuál será el límite de la tolerancia? Será cuestión de esperar.