El gobernador de San Luis pasó este viernes por Rosario para abrir la jornada “Escenarios 2010”, en Fundación Libertad. Cruzó críticas al Ejecutivo nacional, a Julio Cobos y elogió su gestión
Alberto Rodríguez Saa pasó estaviernes por Rosario, invitado por Fundación Libertad para abrir la jornada “Escenarios 2010: un alto en la agenda diaria dedicado al análisis y la reflexión”, organizada por la citada institución.
Allí, el gobernador de San Luis cruzó acusaciones al gobierno de Cristina Fernández con elogios para con su gestión. “No estamos en la agenda del Ejecutivo nacional, los últimos tres presidentes no visitaron nuestra provincia”, afirmó.
“La dificultad actual de los gobiernos es que hay una falla de gestión, no de plata. ¿Cómo, con un presupuesto de más de 1.500 millones de dólares, no se pueda llevar a cabo un plan?”, se preguntó irónicamente, para luego explicar lo que él llama un problema de representación. En Argentina hay dos cosas incorrectas. Por un lado la borocotización y por otro lo que denomino la cobización. Uno no sabe cómo va a votar la persona a la que uno eligió. Eso es inentendible”, concluyó.
El puntano, que fue reelecto en 2003 con más del 85% de los votos, descargó duro contra la gestión de la presidenta, y dijo que el país “tiene que estar de vuelta en el mundo” y no ser “Chávez dependiente”.
Por otro lado, explicó cuál es la situación en San Luis, que es gobernado por un Rodríguez Saa desde la vuelta de la democracia (su hermano Adolfo lo hizo entre 1983 y 2003): “Es simple, hay tres cosas fundamentales que tenemos en nuestra provincia: en primer lugar, un presupuesto equilibrado; en segundo término, no existe deuda pública; y por último, el presupuesto está dividido a la mitad, una parte para los gastos corrientes y otra para la inversión. Todo ello genera un clima de transparencia enorme”.
Asimismo, y sin saberlo (según dijo luego en declaraciones a la prensa), se puso por encima de Hermes Binner, ya que contó que en su territorio nunca se habían subido los impuestos y que allí existía la menor presión tributaria del país. Justo cuando aquí se debate el proyecto de reforma con el que la gestión socialista busca recaudar unos 1.200 millones de pesos extra para aliviar las cuentas provinciales.
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