El ex diputado nacional y designado embajador en España, Ricardo Alfonsín, cuestionó al radicalismo por hacer “oposición por derecha” con posturas “duras e irresponsables” y apuntó contra el titular del Comité Nacional de su partido, Alfredo Cornejo, quien, sostuvo, se lanzó a una “competencia interna” con la macrista Patricia Bullrich por “el nuevo liderazgo” de Juntos por el Cambio, de cara al 2023.
En una entrevista con Télam, Alfonsín analizó el panorama político actual y criticó a Cornejo por deslizar la posibilidad de que buscar la autonomía de Mendoza.
¿Qué evaluación hace del desempeño de la UCR como fuerza de oposición?
-Ricardo Alfonsín: El partido está haciendo oposición por derecha, tanto en sus formas como en su contenido, y eso no es radical. Si ya en 2015 y con el gobierno del PRO, el radicalismo se había corrido a la derecha, creo que después de las elecciones (del año pasado) ese desplazamiento se profundizó. Y no responsabilizo sólo a Cornejo, porque él es un dirigente, probablemente ni siquiera el más representativo del partido. La UCR revela una preocupante falta de rumbo, con posiciones que no pueden alejarse más de sus representados naturales, que son los sectores populares.
A propósito de Cornejo, ¿cómo tomó sus recientes declaraciones sobre la idea de independizar Mendoza?
-RA: Ese es un ejemplo de ejercicio imprudente, irreflexivo e irresponsable de la oposición. El planteo de desmembrar territorialmente la Nación y crear la República de Mendoza es un exabrupto político y jurídico. Espero que mi partido ponga las cosas en su lugar porque Cornejo no es el presidente del Comité de Mendoza, es titular del Comité Nacional.
¿A qué adjudica este tipo de dichos por parte del presidente de su partido?
-RA: En Juntos por el Cambio se desató una competencia interna por ver quién ocupará el liderazgo de la derecha de cara a las próximas elecciones y, en particular, para el 2023. Por eso, Cornejo y Patricia Bullrich han asumido posiciones muy duras, muy irracionales en su relación con el Gobierno. Ya están pensando en la candidatura del 2023.
Desde el oficialismo dicen que Juntos por el Cambio insiste en que el Congreso retome las sesiones presenciales para evitar el tratamiento de determinados temas, como el rescate de Vicentin o el impuesto a la grandes fortunas. ¿Cuál es su evaluación al respecto?
-RA: Sean presenciales o no, se van a oponer igual. El radicalismo ya expresó su rechazo sobre estos dos temas, contrariando las concepciones históricas de la UCR, que no descartan de plano la posibilidad de expropiar una empresa cuando se dan las condiciones que presenta Vicentin: una firma fundida, que adeuda al Estado 500 millones de dólares, que dejó colgados a 2.600 productores y que se maneja en un mercado estratégico para la Argentina.
¿Observa una potencial recuperación de las posturas ligadas al neoliberalismo en un escenario post pandemia?
-RA: En todo el mundo la pandemia ha generado situaciones muy complejas, con independencia de cuál hayan sido las estrategias para superarlas: Brasil, EEUU y el Reino Unido no adoptaron medidas estrictas de confinamiento y, sin embargo, tienen problemas económicos tanto o más graves que nosotros y encabezan el ranking de muertos y contagiados. La discusión que se viene en la post pandemia es quién es el responsable de la situación económica en Argentina. La oposición de derecha, que no es sólo política, sino también un complejo económico cultural y mediático, va a decir que la culpa la tienen las políticas sanitarias y económicas aplicadas por el Gobierno y va a proponer el viejo recetario neoliberal. Quienes, por el contrario, creemos que el Estado debe comprometerse en el funcionamiento de la economía, deberemos tener un discurso eficaz y persuasivo para que la sociedad no tropiece de nuevo con la misma piedra.
Dice que el radicalismo se corrió hacia la derecha. ¿Pensó en la posibilidad de irse del partido?
-RA: Voy a seguir peleando para que mi partido se reencuentre consigo mismo, pero no me hago demasiadas ilusiones de que ello ocurra rápido. Veré que es lo que hago, si el radicalismo no rectifica el rumbo y sigue ubicándose como una expresión de la centro-derecha republicana y democrática.
Télam