La excanciller alemana Angela Merkel dice que no tiene “nada de qué disculparse”.
Al ser cuestionada sobre su política hacia Rusia cuando era canciller, que ha sido criticada recientemente a la luz de la invasión rusa de Ucrania, la experimentada política defendió su trabajo.
En una entrevista, Merkel dijo que no tenía arrepentimientos por la respuesta de su gobierno ante la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia en 2014. También defendió su oposición cuando estaba en el cargo a que Ucrania se uniera a la OTAN.
Merkel ha sido acusada de dejar a Alemania en una posición vulnerable al buscar relaciones comerciales con Rusia.
El gasoducto Nord Stream 2 para transportar gas natural ruso directamente a Alemania se construyó mientras ella era canciller y solo fue suspendido por su sucesor, Olaf Scholz, antes de que Rusia invadiera Ucrania el 24 de febrero.
Bajo presión para imponer nuevas y estrictas sanciones por la invasión, Alemania está trabajando para reducir su dependencia de la energía rusa sin dañar su propia economía.
Pero Merkel dijo que Europa y Rusia son vecinos que no pueden ignorarse: “Tenemos que encontrar una manera de coexistir a pesar de todas nuestras diferencias”, señaló a la emisora ARD.
La invasión de Ucrania “no solo fue inaceptable sino también un gran error de Rusia”, dijo al periodista y escritor alemán Alexander Osang.
“Si empezamos a retroceder a través de los siglos y a discutir qué parte del territorio debe pertenecer a quién, entonces solo tendremos guerra”, dijo. “Esa no es una opción en absoluto”.
“Nada que disculparse”
En la entrevista, que es la más importante que da desde el inicio invasión rusa de Ucrania, Merkel defendió las sanciones impuestas por su gobierno a Rusia en respuesta a la anexión de Crimea.
También el papel de Alemania en el proceso de paz de Minsk, que estaba destinado a poner fin a los combates en el este de Ucrania en 2014-2015.
El proceso de paz, argumentó, le dio tiempo a Ucrania para desarrollarse como nación y fortalecer su ejército.
“No tengo que culparme por no esforzarme lo suficiente”, dijo Merkel. “No veo que tenga que decir ‘eso estuvo mal’ y por eso no tengo nada de qué disculparme”.
Como canciller, también se opuso al ingreso de Ucrania a la OTAN en 2008. Dijo que así fue porque quería evitar una escalada con Rusia y porque Ucrania en sí misma no estaba lista para dar el paso.
“Esa no era la Ucrania que conocemos hoy”, dijo. “El país no era estable, estaba plagado de corrupción”.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky, cuyo país permanece fuera de la alianza de la OTAN a pesar de la amplia ayuda de defensa occidental que ha recibido desde la invasión rusa, describió la decisión de Alemania de 2008 como un “error de cálculo”.
El martes, Merkel, quien dejó el cargo hace seis meses, dijo que tenía “el mayor respeto” por Zelensky y que estaba impresionada por “el valor y la pasión” de los ucranianos para luchar por su país.