Angélica Gorodischer, una de las voces más importantes de la literatura argentina y de la ciencia ficción en Iberoamérica, falleció en Rosario a sus 93 años. Su afán por retratar las desigualdades e injusticias de la sociedad, se adueñó de su distópica pluma construyendo una obra con gran lucidez y originalidad para la cultura nacional.
Desde su infancia en el barrio del sur Tiro Suizo, Angélica Beatriz del Rosario Arcal sintió amor por las palabras, prefiriendo los libros a las muñecas, con Victoria y Silvina Ocampo o Virginia Woolf entre sus escritoras favoritas.
En 1960 comenzó a publicar sus escritos y, cuatro años más tarde, se alzó con el III Concurso de Cuentos Policiales de la revista Vea y Lea gracias a su obra “En verano, a la siesta y con Martina”. Uno de los jurados fue, nada más y nada menos, que Rodolfo Walsh.
“Francisca salía con el auto a ninguna parte en especial; Martina enfilaba a la estancia, donde dejaba duros a gritos a los peones y a los tanteros. Francisca montaba y se olvidaba de la fusta; Martina clavaba los talones y volvía con el anima! agotado. Cuando Francisca se casó con Marcelo, Martina despreció esa debilidad femenina de entregar su vida a un hombre: a ella no le iba a pasar eso“. (Fragmento de “En verano, a la siesta y con Martina”, 1964)
CONTAR Y SER CONTADA
“Opus dos”, “Kalpa Imperial”, “Floreros del alabastro”, “Jugo de Mango”, “La noche del inocente”, “Cuentos con soldados”, “Las pelucas”, “Las repúblicas”, “Menta”, son algunas de sus obras entre novelas y libros de cuentos y relatos.
El reconocimiento también la llevó al cine, ya que la directora María Victoria Menis en 2008 hizo que llegue a la pantalla grande el cuento “La cámara oscura”, una historia de una integrante de una colonia judía de la provincia de Entre Ríos en el siglo XIX.
A su vez, en 2013, la gran figura femenina de la ciencia ficción anglosajona Ursula K. Le Guin, tradujo al inglés “Kalpa Imperial”, una saga de dos volúmenes publicados conjuntamente en 1984.
En 2007 fue reconocida como ciudadana ilustre de Rosario y, en 2012, como personalidad destacada de la cultura de Buenos Aires. Cinco años más tarde, en 2017, fue homenajeada en la Biblioteca Nacional tras la visita de Margaret Atwood, la autora de la emblemática “The Handmaid’s Tale” (El cuento de la criada), tan celebrada en estos tiempos hasta lograr incluso su versión en serie para Paramount+.
“El libro es la puerta del universo“, Angélica Gorodischer, 2007.
ENCONTRAR PARA ENCONTRARSE
El “Encuentro Internacional de Escritoras“ contó con su organización en las ediciones de 1998, 2000 y 2002. Allí promulgó el mensaje feminista y rupturista respecto de los estereotipos de las mujeres en los textos.
De hecho, en 2018 y en un homenaje en vida que realizaron en la Feria del Libro de la ciudad, dijo: “Hay muchas mujeres que consiguieron lo que querían sin hacer una revolución, sino naturalmente, como puede hacerlo un hombre. Eso se llama feminismo“.
Tal fue su lucha que hasta quienes la visitaban en su casa relataban sobre el cartelito amarillo que sobresalía en una de sus bibliotecas. El mismo contenía la leyenda “El futuro es mujer”.
UNA NENA TAMBIÉN PUEDE REVELARSE
“Las nenas” fue uno de sus últimos cuentos, presentado en 2016. En el mismo, las protagonistas son niñas que desafían las reglas, escapándose de situaciones opresivas impuestas por la lógica masculina.
En aquel momento y en diálogo con Télam, la autora expresaba que estaba “cansada de las mujeres vencidas en nuestra sociedad falogocéntrica, que terminan muertas, alcohólicas y suicidadas” y por eso quería cortar de lleno con aquellos relatos. “Una nena también puede revelarse desde su lugar en la sociedad, no es solamente obedecer a mamá“, decía.
En 2018 recibió el Gran Premio a la Trayectoria Artística del Fondo Nacional de las Artes por su “aporte a la cultura argentina” y porque “en sus 55 años de carrera, se transformó en una de las voces femeninas más importantes de la ciencia ficción“, según detallaron desde la institución.
Desde siempre, pero particularmente desde este sábado 5 de febrero, la magia de sus palabras y sus textos vuelven eterna a esta figura femenina de la literatura rosarina, argentina e Iberoamericana.