Será probablemente el torneo donde Aníbal Moreno deba confirmar todo lo que se dice de él, de su capacidad, de su futuro. Ya tuvo su chance y la aprovechó, y en esta vuelta al trabajo busca asentarse.
En la charla con el canal oficial de Newell’s el volante dijo que “extrañaba volver a entrenar, ver a mis compañeros. Desde lo futbolístico estamos muy bien y eso es lo importante. Con los dobles turnos trabajamos lo físico a la mañana y a la tarde más con la pelota, nos vamos turnando”.
El desafío es repetir la buena etapa de la Superliga, Moreno lo contó así: “Arrancamos bien, yo no estuve en la primera parte pero lo seguía de cerca, después bajamos un poco pero sobre el final volvimos a subir a través de los resultados y terminamos muy bien el torneo”.
Su nivel fluctuó como el del equipo y tiene su explicación: “uno tiene rachas, en algún momento estás bien, en otros no tanto pero lo más importante es que el grupo siempre estuvo bien y unido, siento que en definitiva el balance es bueno”.
El jugador que también supo estar en selecciones juveniles habló sobre cuál fue una de las virtudes a lo largo del torneo: “pudimos plantear nuestro juego en todas las canchas, es lo que deseamos sobre todo hacernos fuertes de local. Hay que seguir creciendo como grupo y como equipo, eso hará que las cosas salgan mejor”.
La lesión de Cacciabue le abrió las puertas a otra chance de titularidad: “es una lastima lo de Jero (Cacciabue), eso lo golpeó al equipo porque era una pieza que aportaba mucho. No me veo que por una lesión pude ingresar, trabajo para mí y la institución”.
A pesar de esto sabe que la nueva oportunidad la logró en cada práctica “siempre entrené e intenté dar lo mejor, por ahí no me sentía bien, me lo decían los técnicos que estaba un poco acelerado, pero en los últimos partidos pude sostener más la ansiedad y pude demostrar lo que quería. Contra River, Atlético Tucumán e Independiente me sentí más tranquilo, de esa manera estás más liberado y jugás como realmente sabes”.
La vida de Moreno pudo ser otra “estuve a punto de quedar libre pero me dieron una segunda oportunidad y eso fue un antes y un después, estar con un pie afuera me marcó, a partir de eso llegaron técnicos que me dieron confianza y me encontré de otra manera”.