Antes de fin de año comenzarán a funcionar las *bicicletas públicas* para alquiler en Rosario

La Secretaría de Transporte de la Nación ya inició el proceso licitatorio. El nuevo servicio tiene como público objetivo a estudiantes y turistas

La Secretaría de Transporte de la Nación ya comenzó con el proceso licitatorio que le permitirá a Rosario ofrecer un servicio público de bicicletas para alquiler.

En contacto con IMPULSO, el secretario de Servicios Púbicos de la Municipalidad, Pablo Seghezzo, adelantó que el Plan de Transporte para Áreas Metropolitanas (Petuma) que depende de Nación ya inició la licitación.

El servicio comprende la instalación de un mecanismo de estaciones automatizadas donde los usuarios podrán retirar, usar y devolver las bicicletas mediante un abono que se implementará por medio de la utilización de la denominada Tarjeta Sin Contacto, que hoy opera en todas las líneas del transporte público de pasajeros. Un servicio similar al de varias ciudades de Europa y Estados Unidos y muy parecido al que se ofrece en Río de Janeiro (Brasil).

En este marco, Seghezzo explicó: "Nuestra idea es tener operativo el sistema antes de fin de año. El mismo se llevará adelante con fondos que accedió la ciudad por una donación del Instituto de Cambio Climático de Naciones Unidas, para fomentar el transporte no motorizado".

Una vez concretada la licitación, el municipio creará diferentes estaciones en el área central con unas 270 bicicletas que podrán utilizarse con las mismas tarjetas con las que hoy se cancelan viajes en el transporte de colectivos urbanos.

En primera instancia habrá 18 estaciones de alquiler de bicicletas, ubicadas en coincidencia con los espacios de mayor tránsito y uso público, como el Centro Universitario Rosario (CUR), la plaza Sarmiento, la plaza Montenegro, la facultad de Medicina, la facultad de Derecho, el Centro Municipal de Distrito Centro y la plaza del Foro.

Se promoverán tres usos para la bicicleta pública: los estudiantes universitarios, los sistemas de trasbordo para quienes deben completar un recorrido que fue iniciado con una de las líneas del transporte público y, por último, quienes utilicen el servicio como una propuesta turística.