El Banco Central impulsó una serie de medidas que, a partir del lunes, tenderán a garantizar la rentabilidad positiva de los depósitos en pesos en el sistema financiero, informaron oficialmente.
Esta resolución, dirigida a las entidades financieras y dispuesta a través de la comunicación 7018, contempla tanto a las “empresas como a las personas y los productores agropecuarios que liquiden cosecha“, según describieron voceros de la entidad.
Además, se determinó “subir la tasa de interés por los plazos fijos Badlar y TM-20 (estaban entre 18 y 20 por ciento) que pasa a 26,6 por ciento de tasa nominal anual (TNA), que es el equivalente a 70 por ciento de la tasa Leliq“.
En tanto, esa tasa regía para personas humanas hasta cuatro millones de pesos y ahora se extiende a todos los plazos fijos, es decir, que cualquier plazo fijo pasa a tener esa rentabilidad de 26,6 por ciento TNA.
“Significa una tasa efectiva mensual de 2,22 por ciento (supera por 0,7 puntos a la inflación de abril y está por encima de cualquier proyección de inflación privada) y una tasa efectiva anual (TEA) de 30,10 por ciento“, indicaron.
Por otro lado, se generó un incentivo a los bancos para que salgan a capturar depósitos DIVA (Depósito Interés Variable) ligados a la cotización de cereales y oleaginosas.
“Es para atraer a los productores que liquidaron cosecha desde noviembre y que van a poder hacer estas colocaciones. Estos depósitos acompañan la evolución del precio de la soja“, indicaron desde el Banco Central.
En efecto, cualquier depósito en el sistema financiero tiene rentabilidad positiva y la garantía de que mantienen el valor de la cosecha para los productores que liquiden la garantía.
Por otra parte, se decidió permitir depósitos de cheques por ventanilla, con el objetivo de facilitar la gestión de empresas que deben depositar cantidades importantes.
Télam