Apple iPad: es el diseño, estúpido

Por Impulso

Bill Clinton pasó a la historia en 1992, cuando le dijo a Bush (padre): Es la economía, estúpido. Hoy, la frase puede adaptarse al nuevo dispositivo de Steve Jobs

Una de las frases que han pasado a la historia fue "Es la economía, estúpido", dicha por el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, en 1992, contra George Bush (padre), durante la campaña electoral de ese año.

Esa frase, ha sido utilizada y adaptada en muchas ocasiones para referirse a problemas políticos o económicos.

Sin embargo, en esta ocasión creí oportuno usarla para el nuevo producto ¿estrella? de Apple llamado iPad, presentado el pasado 27 de enero, como un equipo "mágico", según dijo Steve Jobs. Desde su lanzamiento en sociedad, han sido cientos de miles las reviews que han hablado a favor y en contra de la tablet de la compañía de la manzana.

La mayoría de esos comentarios no fueron positivos, poniendo como puntos en contra -entre otros-, su ausencia de puerto USB, la no disponibilidad de tecnología Flash para navegar por Internet, su limitada capacidad de almacenamiento y el "olvido" de una cámara para videoconferencia, dentro de un largo listado. (ver columna escrita por Marcos Toscani).

De todas formas, es el diseño -definitivamente- el punto más débil del dispositivo. Y no solamente en cuanto a diseño exterior, sino al denominado look & feel de su interfaz de usuario.
A mediados de los 90, Apple como compañía estaba pasando un muy mal momento. Sin embargo, la vuelta de Steve Jobs a la firma le trajo un nuevo aire con el lanzamiento de las iBooks que revolucionaron el mercado de las computadoras portátiles gracias a su original aspecto, con colores atractivos y un sistema operativo considerablemente superior a lo conocido hasta entonces.
Con el iPhone, Apple lo hizo nuevamente, presentando un celular con pantalla táctil de excelente diseño y una interfaz de usuario que cambió la forma en la que una persona utilizaba un teléfono celular.
En ambos casos, ya existían notebooks y celulares con pantallas táctiles de otras firmas. El secreto del éxito de Apple (como pasó con el iPod) es que la compañía de la manzana le encontró una vuelta muy interesante al diseño exterior e interior que lo hacían extremadamente apetecible para los consumidores y objeto de cierta envidia para el resto de las empresas.
Evidentemente en los últimos tres años, Apple ha vuelto a entrar en una meseta de diseño de la cual no puede salir. Lo ha demostrado con su nueva línea de notebooks y iMacs, y -desde luego- con el iPhone 3GS.

Así como Motorola, con su V3 lograra en su momento un éxito arrollador en celulares "con tapita" o clamshell, la carencia de nuevas ideas hizo que la firma pasara de ser el segundo fabricante de móviles, a ocupar el tercer y hasta cuarto lugar.

Apple con su iPhone no ha hecho ninguna gran evolución después de tres años y medio. Salvo algunos upgrades, la apariencia del celular es la misma que en 2007. Y en términos tecnológicos, la apariencia interna y externa no puede sostenerse por ese tiempo.
El iPad es un iPhone gigante, con algunos funciones más, pero es un iPhone. Con el mismo diseño y con el mismo sistema operativo. No hay nada nuevo. Es tener un iPhone más grande, sin que quepa en el bolsillo, sin saber como sostenerlo, sin poder apoyarlo sin un soporte y sin un OS del que uno se sienta orgulloso de mostrar.
Apple ha hecho sus millones gracias a la imagen. Y en esta ocasión, además de todas las carencias que sabemos que el equipo presenta, su gran falla sigue estando en su apariencia, quizás más interna que externa. Falta ese "wow" que todos esperamos "sentir".
Por eso, querido Steve Jobs, cuando las ventas del iPad no funcionen (y no lo harán según las primeras encuestas), recuerda esta frase: "Es el diseño, estúpido".

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