La forma en la que el conductor y los pasajeros de un vehículo reciben información visual va a cambiar mucho en los próximos años. Estos avances irán en paralelo al desarrollo de nuevos sistemas Ade asistencia a la conducción y a la conducción autónoma, con el parabrisas como gran protagonista de esta revolución. Además de ofrecer protección y transparencia, ser el soporte de cámaras y sensores, y apoyo para que se despliegue el airbag del pasajero; el parabrisas también se convertirá en una compleja pantalla.
Como conductores, tenemos que gestionar nuestra atención para ponerla al servicio de la conducción, la ruta, las calles y el tráfico. Y la realidad aumentada y los gráficos en tres dimensiones van a ayudarnos en esa tarea, aumentando la seguridad al volante.
Los sistemas de visualización en tres dimensiones permiten estructurar mejor la información y facilitan la comprensión de los elementos espaciales. Y estos pueden emplearse tanto en el head-up display del parabrisas, como en el cuadro de mandos. Así se demostró en un estudio, que asegura que la tecnología 3D acelera la reacción del conductor y mejora los juicios de profundidad mientras se conduce.
Además, el 3D permite una fácil traducción entre el mundo real y el virtual 3D.
Varios fabricantes de automóviles ya están desarrollando una tecnología de visualización para transmitir información de seguridad en tres dimensiones, en tiempo real y delante del conductor; y permitir a los pasajeros ver películas en 3D directamente desde sus asientos.
Las marcas de automóviles, además de los fabricantes de pantallas, e incluso Apple, están trabajando en parabrisas que permiten integrar elementos digitales que complementan la realidad que vemos a través de nuestros ojos. Esta realidad aumentada permite desplegar delante de los ojos del conductor todo un mundo de señales, alertas e indicaciones de forma natural. En las patentes presentadas por Apple incluso se especifica la posibilidad de realizar llamadas a través de FaceTime entre dos coches autónomos.