La semana pasada se aprobó en el Senado Nacional el proyecto del Ley a través del cual se sube el impuesto a los artículos electrónicos importados, a fin de favorecer a las industrias del rubro radicadas en Tierra del Fuego.
La iniciativa, que con algunos cambios volverá a Diputados para su sanción definitiva, afectará a equipos como teléfonos celulares, computadoras de escritorio, aires acondicionados y GPS, entre otros, mientras que quedarían excluidos las notebooks y netbooks.
Uno de los legisladores que se manifestó en contra de esta Ley, fue la senadora nacional de la Coalición Cívica, María Eugenia Estenssoro, quien criticó que se incluyera a los teléfonos celulares ya que actualmente son el medio de comunicación más utilizado por los sectores de menores recursos, por encima de la telefonía fija.
En diálogo con IMPULSO, Estenssoro expresó que este arancel diferenciado para Tierra del Fuego no va a promover el desarrollo tecnológico. “Solo va a ser una ayuda circunstancial, ya que no hay ningún punto de la Ley que incluya a la investigación, el desarrollo y la capacitación base para la creación de un verdadero polo tecnológico”, dijo y agregó: “Tal como está planteado este proyecto, solo se beneficiará a las 10 empresas radicadas en Tierra del Fuego, en perjuicio de las que están instaladas en todo el país”.
La senadora se mostró totalmente disconforme con la incorporación de los teléfonos celulares dentro del proyecto, ya que la suba del 34% en los aparatos contribuirá a ampliar la brecha digital. “Los celulares no se ensamblan ni se fabrican en Tierra del Fuego, por lo que la Ley alcanza a todas las marcas y modelos. Para algunos sectores, este aparato ha pasado a cumplir la función de una computadora y se constituyó como una verdadera red social”, señaló a IMPULSO.
Para Estenssoro, al no haber redes de banda ancha en todos los sectores sociales, el celular pasa a ser la computadora de los pobres, o la forma de comunicación que tienen muchas poblaciones alejadas de las ciudades y que no tienen condiciones de accesibilidad. “Pero si los celulares son caros y el poder adquisitivo de la gente solo permitirá comprar aparatos con una tecnología inferior, se dificultará el acceso a una sociedad del conocimiento y quedarán excluidos”.