En las primeras experiencias, de carácter voluntario y de alcance nacional, ya hay más de 1500 viviendas eficientes y 700 profesionales capacitados.
La problemática sobre el uso eficiente de la energía se ubica no sólo en la agenda pública sino también en el ámbito privado, tras una coyuntura económica inestable con tarifas elevadas, por eso, uno de los desafíos de los próximos años es generar acciones que promuevan el ahorro en el consumo mediante fuentes sustentables.
En este sentido, bajo el marco de la Estrategia Nacional de Vivienda Sustentable, se están elaborando medidas para que desde el ámbito público y privado se puedan elaborar buenas prácticas en materia de construcción sustentable.
El objetivo es ubicar al usuario en el centro de la política habitacional para de asegurarle una vivienda de calidad, durable y eficiente a nivel energético, en pos del cuidado del medioambiente.
A finales de 2019 durante la segunda jornada nacional de etiquetado de viviendas que se llevó a cabo en el Consejo Profesional de Ingeniería Civil, CPIC, se presentaron los avances de las primeras experiencias de viviendas eficientes.
El proyecto de implementación de la norma IRAM 11900 inició en 2017 y las primeras pruebas piloto se están llevando a cabo en las ciudades de Rosario, Santa Fe, San Carlos de Bariloche, San Miguel de Tucumán y Tafí del Valle, Mendoza y Godoy Cruz, y Salta.
A partir de estos ensayos se han podido realizar ajustes al aplicativo informático y al sistema de implementación proyectado, con el fin de garantizar su correcta adaptación a todo el territorio nacional, contemplando las particularidades climáticas, socio-económicas y de prácticas constructivas locales.
Además, se han podido definir las primeras escalas de letras en seis regiones del país, generando las bases para el desarrollo de futuras normativas; la calificación se divide en siete clases de eficiencia energética y se indica en orden alfabético de la A a la G.
Esta prueba piloto de hogares eficientes, se suma a otras experiencias que ya han tenido éxito y son obligatorias como el etiquetado de electrodomésticos y el etiquetado de ventanas exteriores que se lanzó en 2019, y ya se está implementando de manera voluntaria.
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