El precio en dólares se redujo fuertemente tratándose de una inversión que valoriza la vivienda.
Con la pandemia de coronavirus ya asentada como un fenómeno con el que habrá que convivir largo tiempo, las vacaciones fuera o dentro de la Argentina como un proyecto plagado de incertidumbres, y la baja del costo de construcción en dólares, la demanda de construcción de piscinas, así como la compra de piletas de fibra, se disparó en todo el país.
Los constructores de piletas afirman que la demanda es tan grande que ya no pueden tomar pedidos hasta enero o febrero, cuando haya pasado la temporada de verano.
Ahora, con las vacaciones en la costa en duda, las piletas de los clubes cerradas y las quintas más demandadas que nunca, hasta el punto que los precios de alquiler se duplicaron, las piletas se volvieron una actividad de construcción en sí misma.
Además de analizar el costo de la construcción de la pileta, es importante tener en cuenta la ubicación a donde hay que trasladarla, ya que el transporte para mover a diario al personal y acarreo de materiales aumenta el valor del trabajo.
Por otro lado, quien quiera construir una pileta debe tener en cuenta también que se trata de una actividad bastante invasiva, si es en un espacio abierto, como en un country, la retroexcavadora hace las cosas más rápido, pero puede dañar bastante el terreno.
Si se trata de una casa con patio, los familiares deben saber que durante los primeros días los albañiles pasarán con carretilla por el interior de la casa.
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