Funcionarios nacionales y provinciales, bodegueros y operadores turísticos culminaron esta semana con un proceso de capacitación en enoturismo iniciado durante la pandemia.
El espacio de formación alcanzó a varias provincias y regiones productoras de vino, con un taller virtual de capacitación y buenas prácticas, con vistas a conformar una agenda para cuando vuelva la actividad turística.
La actividad “buenas prácticas en el recupero del sector enoturístico” fue coordinada por el ente público-privado Corporaciòn Vitivinícola Argentina (Coviar), el Ministerio de Turismo y Deportes (Minturdep) y organismos provinciales y municipales, y consistió en una capacitación a distancia acerca de protocolos para operar en contextos de pandemia de coronavirus.
Coviar precisó que este fue el último de una serie de talleres realizados en el marco de la cuarentena, destinado a bodegas abiertas al turismo y a los operadores que trabajan -o quieren hacerlo- en enoturismo, con ediciones destinadas a las diversas regiones y provincias vitivinícolas.
Desde el Minturdep, la subsecretaria de Calidad, Accesibilidad y Sustentabilidad del Turismo, Inés Albergucci, explicó que lo que tienen “muy en claro y hemos podido dar cuenta de ello, es de la importancia y la necesidad del trabajo articulado entre el sector privado y el público, entre la Nación y las provincias, y nuestra total predisposición para trabajar en esta línea”.
El secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística (Inprotur), Ricardo Sosa, señaló que “en un futuro cercano podamos tener el plan de marketing internacional del turismo del vino”.
EL VINO COMO PRODUCTO TURÍSTICO INTERNACIONAL
En correlación con ese proceso, dijo que pondrán en marcha el Observatorio del Turismo del Vino, “para que a nivel internacional no sólo se conozca el turismo del vino como producto en sí, sino que la actividad tenga un sustento desde la validación estadística y valoración económica”.
El presidente de Coviar, José Zucardi, sostuvo que “sentimos al turismo del vino como una actividad muy importante desde el punto de vista del desarrollo de la ruralidad”.
“Tener bodegas abiertas al turismo, restaurantes, hoteles y todo lo que gira en torno al turismo resulta en una actividad altamente inclusiva”, afirmó Zucardi, y apuntó que “hoy muchos de nuestros jóvenes se quedan en el campo y encuentran una actividad que los inserta y vincula con el mundo gracias al turismo del vino”.
EL TURISMO EN EL PLAN ESTRATÉGICO VITIVINÍCOLA
El directivo precisó que a partir del desarrollo y crecimiento del enoturismo en el país “se decidió y se está trabajando para que sea uno de los ejes del futuro Plan Estratégico Vitivinícola, sobre el que la industria está trabajando de cara al 2030”.
Entre 2009 y 2019, la oferta del enoturismo tuvo un alto crecimiento, por lo que los servicios ofrecidos en las bodegas se empezaron a complementar con otros de la región y nació el concepto de ruta del vino y de enodestino.
En la Argentina, según el registro de 2017 del Observatorio Vitivinícola Argentino, hay 245 bodegas abiertas al turismo, de las cuales 165 se encuentran en la región Centro Oeste (Mendoza, San Juan y Neuquén), 44 en la región Noroeste (La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy) y 36 en la Nueva Región (Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro y Chubut).
El mismo año la cantidad de enoturistas en el país fue de 1.647.081, de los cuales el 74% fue a la región Centro-Oeste, el 17% a la Noroeste y el 9% a la Nueva Región.
Fuente: Télam