Las obras para la relocalización de los boliches bailables y la concreción de un polo gastronómico sobre la Ruta Nacional 168 avanzan a buen ritmo y se espera que para antes del plazo límite puesto por el municipio estén funcionando en los nuevos espacios.
La prohibición de funcionamiento para las discos ubicadas en la zona de la Recoleta santafesina rige desde el 31 de octubre próximo, según lo estipuló el Concejo Municipal. Por eso, varias de las empresas ya muestran un importante avance de obra en los terrenos de la Ruta Nacional 168, donde la idea es relocalizarlos, además de conformar un polo gastronómico que reactive a toda esa zona y le dé a la ciudad una impronta diferente.
Así, hay cuatro firmas que ya trabajan en la zona con sus propios proyectos edilicios en terrenos que, en algunos casos, superan los cuatro mil metros cuadrados. En tanto, otra firma compró terreno para radicarse, con lo cual serán cinco boliches bailables los que funcionarán a la vera de la vía.
En conjunto, se espera una inversión superior a los 12 millones de pesos en este área de la ciudad que se muestra como el espacio de esparcimiento y gastronomía de mayor proyección en la capital provincial.
El proceso de relocalización tiene también un importante significado desde el punto de vista urbanístico. Es que al no haber vecinos en la zona, se podrá controlar mejor el movimiento de gente y los ruidos propios del funcionamiento de estos locales. Al mismo tiempo, se busca darle un perfil de lugar de esparcimiento a esa zona, como parte del reordenamiento urbanístico que se hizo necesario a partir del crecimiento de la ciudad.