Blanqueo: volvió la confianza de los ahorristas por los depósitos en dólares

El blanqueo tuvo alta adhesión y en términos de depósitos en dólares en los bancos locales tuvieron un fuerte aumento. Llegaron en 2 meses al nivel que tenía en el 2019 antes que se produjera una corrida por los depósitos en dólares cuando perdió Cambiemos y restableció el cepo. Ahora es el tiempo de ver en qué se invierten esos dólares blancos.

Se terminó la etapa 1 del blanqueo por la cual se podía blanquear dinero en efectivo, hasta USD 100.000 sin pagar nada y por encima de dicho monto pagar el impuesto especial con una alícuota del 5%. Ahora vienen las etapas 2 hasta el 7 de febrero, donde ya no se puede blanquear efectivo y la tasa del impuesto especial sube al 10% y luego la etapa 3 que se extiende hasta el 7 de mayo donde la tasa del impuesto especial sube a 15%.

Según las autoridades económicas, la etapa 1 fue un éxito habiéndose blanqueado USD 22.500 millones. Una forma de observar con datos el impacto del blanqueo es con los depósitos en dólares en los bancos locales dado que el blanqueo en efectivo exigía el depósito del monto a blanquearse en las cuentas especiales de regularización de activos (CERA).

En el Gráfico 1 se presentan estos datos junto con la evolución de las reservas para ver si se detecta algún impacto en las reservas gracias al blanqueo.

Gráfico 1.Depósitos privados en dólares y reservas del Banco Central

En millones de dólares

Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA

Lo que se observa es que el actual gobierno comenzó su gestión con un stock de depósitos en dólares en los bancos argentinos de USD 16.000 millones, que se fueron acrecentando suavemente (por el efecto confianza que inspira el presidente Milei) hasta llegar a agosto a USD 19.000 millones. En setiembre comienza el blanqueo y se observa un salto hasta USD 25.000 millones cuando el gobierno decide estirar un mes más la etapa 1 y en octubre los depósitos en dólares en los bancos llegan a USD 31.000 millones. Claramente el blanqueo tuvo un impacto importante en términos de manifestación y bancarización de dólares en efectivo.

En términos de evolución de las reservas del Banco Central, en cambio, no se observa que el blanqueo haya tenido alguna influencia. Las reservas tuvieron una tendencia creciente hasta junio, propia del período de cosecha, una caída en julio y luego una suave recuperación no llegando todavía a los USD 30.000 mil millones. Esto es producto de que la demanda de dólares por importaciones y servicios al exterior se mantiene regularmente haciendo que dólar que entre al Banco Central salga como pago de bienes o servicios.

El blanqueo de Milei visto en retrospectiva

Un aspecto interesante es observar cómo quedan los depósitos en dólares luego del blanqueo de Milei en una mirada de más largo alcance. Esto se presenta en el Gráfico 2 donde está la serie larga de depósitos en dólares en bancos argentinos ajustados por inflación de Estados Unidos ya que, si bien la inflación en dólares no es alta, en el largo plazo tiene incidencia.

Gráfico2. Depósitos privados en dólares

En millones de dólares ajustados por inflación de Estados Unidos

Fuente: LP CONSULTING en base a BCRA

Partiendo desde el 2003 cuando todavía quedaban los vestigios del corralito del 2001, los depósitos en dólares en los bancos eran de apenas USD 2.000 millones a precios actuales. Subieron sostenidamente hasta el 2011, que fue la época de la gran bonanza internacional, llegando a un pico ese año de USD 18.000. Allí comienza el cepo cambiario y los depósitos en dólares de los bancos de derrumban producto de la desconfianza que generó el cepo llevando los depósitos en dólares en bancos locales a USD 10.000 millones.

El gobierno de Macri comienza con la salida del cepo y un blanqueo que tuvo una alta adhesión, al punto que los depósitos en dólares del sistema bancario casi rozan los USD 35.000 millones. En ese nivel se mantienen, a pesar de la crisis cambiaria del 2018 y 2019, producto de la confianza que el gobierno de Macri inspiraba en términos de respeto por los derechos de propiedad en los depósitos en dólares.

Esta confianza se demuele con la derrota electoral a manos del Frente de Todos y la vuelta al cepo haciendo caer los depósitos en dólares a USD 15.000 millones. En rigor, la primera caída fuerte se da entre agosto y noviembre del 2019, antes que asuma el Frente de Todos, que los depósitos en dólares cayeron a USD 20.000 millones. En el 2020, con el confinamiento de la población por el covid, no hubo muchos retiros de depósitos en dólares porque los bancos estaban cerrados. Pero apenas la población es liberada, en octubre del 2020, hay otra salida de depósitos que lleva el stock a USD 15.000 millones y allí se mantienen hasta la llegada del presidente Milei.

El blanqueo del presidente Milei visto en perspectiva es importante. Llevó los depósitos en dólares en el sistema bancario al nivel que tenían en el 2018 luego del blanqueo de Macri. Claramente volvió la confianza de los ahorristas por los depósitos en dólares.

Esto es buena noticia.

Ahora: ¿Cómo sigue?

Los pequeños ahorristas que blanquearon hasta USD 100.000 pueden sacarlos y usarlos para lo que quieran. Los que blanquearon más de USD 100.000 pueden canalizarlos a la compra de títulos públicos, fondos comunes de inversión y el financiamiento de proyectos productivos, inmobiliarios, infraestructura o financiamiento pyme en la medida que sean de oferta pública.

Si los depósitos quedan acumulados en los bancos significa que la gente confía en el compromiso del presidente Milei de honrar la propiedad privada, pero queda a la expectativa de ver qué pasa con la economía antes de encarar alguna inversión.

Si bajan los depósitos en dólares de los bancos puede ser que sea para invertir en títulos públicos con lo cual será un “carry-trade” como cualquiera buscando capitalizar en dólares los altos intereses en pesos que pagan los bonos del Estado.

Lo nuevo sería que la gente saque los dólares de los bancos para invertirlos en proyectos productivos, inmobiliarios y financiamiento pyme. Pero, para que esto ocurra, la tasa de interés de los títulos públicos tiene que bajar sustancialmente más para que invertir productivamente brinde más dividendos que el “carry-trade”.

Fuente: LP CONSULTING