Las viviendas construidas a partir del reciclaje de containers marítimos continúan ganando mercado en el Gran Rosario y ahora suman diseño y agregados como espacios semicubiertos y decks.
La principal empresa dedicada al diseño en containers es Boku Homes, que surgió como una manera de agregar valor a las viviendas de este segmento sin perder las ventajas que las posicionan como una opción por sobre la construcción en ladrillos.
Consultado por #IMPULSO, uno de los titulares de la empresa, Fabián Alegre comentó: “La idea no es reemplazar a la construcción tradicional sino ser una opción viable para aquellas personas comprometidas con el medioambiente. El principal obstáculo sigue siendo el prejuicio y la idea arraigada de que la vivienda tiene que ser de ladrillos”.
Sin embargo, las unidades modulares sobre las que trabajan ofrecen las mismas e incluso mejores prestaciones en aislación que una casa tradicional. Los containers utilizados son aquellos que ya cumplieron con su función de transporte marítimo, los cuales reciben un trabajo de acondicionamiento.
Sobre el terreno, realizan un pilotaje que eleva la obra final y permite el normal escurrimiento de las aguas sobre el terreno. Luego se colocan los containers y comienzan los trabajos de anclaje y diseño. Además, de la reutilización de un material que sería desechable, el proyecto ofrece otras medidas amigables con el medioambiente. Por un lado, la utilización de materiales en seco para la realización de los trabajos y, por otro, el hecho de que la vivienda quede elevada del piso lo cual no altera el escurrimiento natural de las aguas. Esa medida, además, evita los habituales problemas de humedad.
La ventaja de Boku Homes es que organizan el proyecto acorde a las diferentes necesidades, con los diseños apropiados para cada uso y con la posibilidad de agregar espacios semicubiertos y decks sobre las viviendas.
En este sentido, Alegre agregó que “las casas funcionan muy parecido a un electrodoméstico, que uno lo retira de la caja, lo enchufa y funciona. Las casas se conectan a la electricidad y ya son habitables”.
Las dos ventajas principales de este sistema por sobre la construcción de ladrillos son el presupuesto, que se achica entre un 30 y un 40 por ciento, y el tiempo de obra que no se extiende más allá de los 90 días.