Hablar de BTS es meterse en el maravilloso mundo del entendimiento real del poder de las redes sociales, además del talento, por supuesto. Con la narrativa transmedia como bandera, impulsada por las empresas de entretenimiento coreano, cada contenido lanzado es potenciado desde diversas aristas.
En la era del streaming, la banda compuesta por Jin, Suga, J-Hope, RM, Jimin, V y Jung Kook; vendió más de 20 millones de unidades físicas en catorce discos. Los jóvenes, que hasta el momento se llevan cinco galardones de los Mnet Asian Music Awards, hicieron colaboraciones con marcas, como la colección de FILA, o un smartphone BTS junto a Samsung. También existen cortometrajes o videos denominados “BU” o “BTS Universe”, o un universo animado titulado “BT21″ donde todos están representados en avatares de género neutro.
Finalmente, el ARMY, su fandom, es un movimiento cultural global en sí mismo con sede en distintas ciudades de los diferentes países del mundo. Y Rosario es una de ellas. Para comenzar a desentrañar este fenómeno, Eugenia Buji Mariluz (Vorterix, Futurock), especialista en K-pop, dialogó con IMPULSO.
“Para los cumpleaños de cada integrante, las y los ARMYS se pusieron de acuerdo mundialmente para juntar dinero y donarlo a una causa solidaria en cada país. Incluso, a principios de este año, BTS generó un proyecto llamado Connect BTS promocionando el primer disco de 2020 y, como a muchos les gusta el arte, se pusieron en contacto con galerías de arte a lo largo del mundo ayudando a potenciar voces de artistas“, contó Buji.
Y continuó: “Entre ellos eligieron al argentino Tomás Saraseno que soltó un globo aerostático en las Salinas Grandes de Jujuy, un globo que se movía sin ningún tipo de combustible que dañe a la capa de ozono, en un movimiento en contra de la contaminación. Además, el globo tenía una Wiphala. Esto se transmitió incluso desde el CCK y al ir a cubrir ese evento, desde el CCK me decían que no podían creer la cantidad de menores de 18 años que se habían acercado para celebrar eso. Todo eso genera BTS y contagia esas causas“.
ANALIZAR EL COMIENZO
Si bien BTS forma parte del K-pop, nunca se había visto este género en esta parte del mundo hasta aproximadamente el año 2015. “La idea del término K-pop empieza alrededor de 1994 con la banda Seo Taiji and Boys, la primera agrupación que se sube a escenarios en programas de Corea del Sur que, hasta hoy, sigue vendiendo este tipo de música como sucedía acá en los 90 con un programa donde la banda va y hace su show”, indicó la especialista.
Y agregó: “En el 94, en vez de cantar las mismas baladas románticas que se venían cantando, estos chicos empezaron a subirse a una ola muy norteamericana como es el hip hop en coreano, con bailes y vestimentas exóticas, y la juventud coreana empezó a sentir representatividad”, indicó la especialista.
Como todo, en un comienzo generó resistencia por parte de la crítica, pero la juventud se apropiaba cada vez más de esta expresión. Esa revolución musical hizo que, una vez que aquella banda se separara, uno de los integrantes vea un nicho posible para explotar.
Sobre ello, Buji amplió: “Así se empieza a crear el concepto de K-pop, en el sentido de que los chicos de distintas partes de Corea del Sur e incluso de otros países de Asia, vayan a probarse a agencias de entretenimientos que los entrenan. A diferencia de lo que pasa en Occidente, allá hay un proceso de selección, entrenamiento y ensamblaje. Podés debutar en una banda sin saber quiénes son tus compañeros”.
Sumado a ello, en 2012 se populariza a nivel mundial el famoso “Gangnam Style“, convirtiéndose en la primera canción que acumuló un billón de visitas en la plataforma YouTube. El hit, que sólo se encargaba de reírse del estereotipo de personas de Gangnam, un barrio de gran poder adquisitivo de Seúl, hizo que Occidente empiece a prestar un poco más de atención a lo que sucedía en aquellos lugares.
Un año más tarde, y sin mucho éxito al comienzo, se lanza BTS. La banda provenía de Big Hit Entertainment, una de las empresas más pequeñas y nuevas de ese momento, y que hoy es la que más factura, cotizando incluso en la bolsa coreana.
BTS, EXPORTANDO LA CULTURA SURCOREANA
Uno de los grandes componentes del éxito de la banda de este lado del planeta, muestra el gran uso de redes sociales y poder explotar a fondo los recursos del mundo transmedia, además de la flexibilización de algunas rigideces contractuales.
“La empresa de BTS tomó libertades que otras bandas no tenían. Por ejemplo, los chicos tienen una cuenta de Twitter que usan ellos, además de la oficial de la banda que es manejada por un CM”, detalló Buji, agregando que la banda solía abarcar temáticas que eran tabú para Corea del Sur, como la crítica a la educación, cuestiones de salud mental, que no eran comunes en dicha sociedad.
Todo ello se suma a que, para esta época, en Occidente las boy bands habían vuelto a cobrar relevancia, abriendo espacios a más grupos de este estilo. El boom de internet seguía incidiendo teniendo en cuenta la narrativa transmedia que se manejaba tras cada nuevo contenido: “Por cada single se promocionaban fotos, un reality, videos en YouTube, entrevistas”, amplió Buji.
Además, el jefe de Big Hit destacó la producción de canciones que se enlazaban a sonoridades similares a las escuchadas en Occidente. “Sino, la primera vez que escuchás una canción de K-pop sin ver un video, es una explosión de beats, producciones, mezclas de géneros y encima el idioma no se entiende”, marcaba la especialista.
Un tiempo después, BTS llega a la tapa de la Revista Times, donde fueron presentados como “los líderes de la próxima generación”. Una banda de un género no muy escuchado, de un país relativamente pequeño, en donde sólo se habla un idioma que se utiliza allí. Mucho por analizar.
Y después, claro, la magia: “Ves un video y son graciosos, los ves bailar y no lo podés creer. Los ves en una entrevista y lo que dicen te cierra, te llega”, profundizó Buji.
LIDIAR CON LAS RESISTENCIAS
“Hay cierto estigma y demonización porque son coreanos y uno los percibe ‘diferentes’. Cuando yo hablo de K-pop aparece inmediatamente el comentario de ‘es una industria que los explota’. Y la realidad es que, en Occidente, ninguna empresa que mueve esa cantidad de dinero no explota a los menores: Ariana Grande está pelada por la cantidad de tintura que le pusieron siendo menor. Los problemas con el consumo de sustancias que han tenido Miley Cyrus o Demi Lovato son otro ejemplo”, destacó la profesional, marcando la necesidad de que la crítica se haga a las industrias del entretenimiento en general, no sólo a la surcoreana.
Profundizando en el K-pop, indicó: “Lo que pasa con Corea del Sur es que corre mucha información porque hay cosas que nos son extrañas. Por ejemplo, allá la ley indica que las horas laborales son 12, pero para cualquier trabajo. Si un chico dice que ensayó 12 horas nos va a parecer un montón. Son culturas distintas”.
Si bien es cierto que anteriormente las empresas eran más estrictas -se conoció, por ejemplo, que dos artistas no podían ser pareja siendo parte de la industria-, hoy en día es todo más flexible: “Hay algunas empresas que no tienen cláusulas, otras que especifican que no los artistas no pueden ser pareja de manera pública, pero muchos artistas prefieren no hacer públicas esas cosas por el reconocimiento que tienen, lo que llevó a que muchas parejas reciban amenazas como ha sucedido acá con Justin Bieber también“, sostuvo.
“Más allá de que ahora es ‘cool’ ser coreano, a la comunidad asiática en Occidente se la ha tratado muy mal. En Argentina, las violencias van desde decirles a todos ‘chinos’ hasta violencia física. En Estados Unidos, la gran población de inmigrantes coreanos también es perseguida y atacada. Hay una carga grande de xenofobia”, expresó Buji.
Y agregó: “Cualquier banda que no tenga el estereotipo blanco del Reino Unido o Estados Unidos va a ser atacada. De hecho, en Estados Unidos a la única canción que le dan play de BTS es a Dynamite, la única que está en inglés. El fan de K-pop tiene que seguir luchando mucho”.
LA LUCHA CONTINÚA
“Hoy, si seguimos analizando y deconstruyendo, grandes charts como Billboard tienen en sus primeros puestos a BTS y Bad Bunny: unos coreanos y un puertorriqueño. Esto muestra un movimiento del paradigma en general, de la industria de la música“, manifestó la productora y conductora.
El género del K-pop tiene también, entre sus nombres, a las BLACKPINK. Las cuatro cantantes provenientes de la agencia YG Entertainment ya hicieron canciones junto a Lady Gaga y Ariana Grande, e incluso formaron parte de la grilla de Coachella. Se rumoreaba, de hecho, que este año estarían junto a Lady Gaga en dicho festival haciendo un show juntas.
Para concluir, Buji destacó: “Se han derribado grandes barreras en la industria de la música estadounidense, la que nosotros mamamos, haciendo que se de lugar a todas estas bandas que rompen con los estereotipos. Para mí, la pieza fundamental son las redes sociales e internet: Podemos estar consumiendo lo que queramos en cualquier momento, quien no esté informado sobre lo que le gusta hoy en día, es porque no quiere”.