Padres por la Educación y los referentes de Juntos por el Cambio, Lucas Incicco y Renata Ghilotti se reunieron para sumar esfuerzos para garantizar, que a finales de febrero, se retome la presencialidad en las aulas bajo las condiciones sanitarias necesarias.
“Estamos elevando una resolución para que los concejales nos expresemos a favor de que la educación sea declarada como un servicio esencial, terminemos con las vueltas de algunas sindicalistas y se abran las escuelas”, agregó la edila Renata Ghilotti para quien: “recuperar la presencialidad en las aulas es vital para recuperar nuestro futuro”.
Por su parte, el diputado nacional Lucas Incicco, señaló: “tenemos que formar ciudadanos a la altura de lo que el país necesita hoy. Y esta no es una afirmación que se vincule a posición política alguna, sino a una convicción sobre nuestro deber de darle su carácter esencial a la educación para formar argentinos responsables y comprometidos”.
Todo indicaría que a partir del 17 de febrero retomarían las clases presenciales, combinadas con algunos días de enseñanza virtual.
No obstante ello, aunque todavía no haya un anuncio oficial, la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, advirtió que es necesario rever el tema de la infraestructura de las escuelas y las paritarias de cara a la presencialidad y en contacto con medios de comunicación, manifestó: “la escuela no es un club ni una cerveceria”.
Desde el grupo de Padres por la Educación sostuvieron que “no desistirán del pedido por la presencialidad y que esperan que se resuelvan de inmediato las discusiones paritarias y de infraestructura para que los chicos puedan retomar sus clases en la fecha estipulada”.
“En la Argentina de hoy la televisión es esencial, pero la educación no es siquiera excluyente de las medidas de restricción de dudosa legalidad que implementa el gobierno desde marzo. Otro año con escuelas cerradas traerá profundas consecuencias a la sociedad”, finalizó Incicco quien durante su mandato como diputado nacional fue autor de uno de los proyectos para declarar a la educación como servicio esencial.