Los más pequeños son los más vulnerables a este fenómeno que los pone en peligro y "los expone a enfermedades mortales", alertó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) planteó que el cambio climático es “una crisis de los derechos del niño” tras detectar que alrededor de 1.000 millones de niños viven en alguno de los 33 países con mayor riesgo ecológico.
Los jóvenes afectados residen en naciones como República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea y Guinea-Bissau, entre otros, y son los más vulnerables a este fenómeno que pone en peligro “su salud, su educación y su protección, y los expone a enfermedades mortales“, según un informe.
En ese sentido, Unicef plantea que la crisis climática “es una crisis de los derechos del niño“, y presenta, por primera vez el ‘Índice de Riesgo Climático de la Infancia’, un análisis exhaustivo de los riesgos climáticos desde la perspectiva de los niños.
El índice los países se toma en función de la exposición de la infancia a las “perturbaciones climáticas y medioambientales“, tanto con fenómenos como los ciclones y las olas de calor, así como su “vulnerabilidad” a dichas alteraciones según su acceso a los servicios esenciales.
Este informe fue presentado en colaboración con Fridays for Future (Viernes para el Futuro) en coincidencia con la conmemoración del tercer aniversario del movimiento mundial de lucha juvenil contra el cambio climático.
Señala que unos 1.000 millones de niños y niñas se enfrentan a la “combinación letal” de estar expuestos a “múltiples perturbaciones climáticas y medioambientales y ser altamente vulnerables debido a la precariedad de los servicios esenciales que reciben, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación“.
Además, los resultados del documento muestran la cantidad de jóvenes afectados y revelan unas cifras que, según Unicef, “seguirán empeorando a medida que los efectos del cambio climático se aceleren“.
Télam