Los jóvenes que militan la agenda del cambio climático, desplazada hoy por la irrupción del coronavirus, creen que la crisis global sanitaria se transformó en un “buen momento para disputar sentidos” y piden la formulación de un “nuevo paradigma que incluya lo ambiental”.
La amenaza del cambio climático, o sea, el calentamiento global con eventos extremos cada vez más cercanos entre sí de sequías, inundaciones, olas de frío y de calor, desertificación, desplazamiento de pobladores y desaparición de especies, aumento del nivel del mar entre otras consecuencias funestas para la existencia de la humanidad, permanece pese a la irrupción del peligroso coronavirus en el escenario mundial.
Nicole Becker, de Jóvenes por el Clima, cree como la sueca Greta Thunberg en la urgente necesidad de instalar en la sociedad y sobre todo en los gobiernos una efectiva lucha contra la emisión de gases, el consumo desenfrenado y en general, marchar a un cambio de paradigma social que haga retroceder el fenómeno en ciernes.
“No creemos que el coronavirus tape a la crisis climática pero un virus hizo lo que tanto venimos exigiendo. Esto no es un logro para la lucha por la justicia ambiental. Un virus nunca puede ser la solución para la crisis climática, pero la voluntad política y un cambio cultural sí, y esta pandemia demostró que esto es posible”, dijo Becker a Télam durante una entrevista.
La joven activista es la cara visible de Jóvenes por el Clima -chicos de 15 a 22 años- que como cualquier organización ambientalista se reparte entre acciones presenciales, virtuales y lobby en el Congreso adonde acuden con propuestas y exigencias para convencer a los legisladores de que deben debatir y votar leyes amigables con el ambiente.
Sin embargo, pese a tener normas como las de Bosques, de Glaciares o la aprobada en noviembre del 2019 de presupuestos mínimos para la adaptación y mitigación del cambio climático, “no tienen ni la importancia ni el presupuesto necesario. Un claro ejemplo es la ley de bosques que se tiene sólo un 4% del presupuesto indicado, lo que hace que no sea efectiva su ejecución”, advirtió Nicole.
En tanto, desde el movimiento internacional Fridays for Future en Argentina, Ezequiel Martinengo confiesa: “Desde que me enteré de que el planeta enfrenta una crisis climática y ecológica, movido por el miedo y la incertidumbre, me vi impulsado a actuar. Estamos a pocos años de sufrir las consecuencias que inevitablemente traerán un colapso civilizatorio, y si hoy somos indiferentes no habrá un mañana en el que vivir”, según un reporte de UNICEF.
Para finalizar, sostuvo Becker: “Estamos en un momento histórico de reinventar nuestro sistema productivo y de consumo. Nuestro objetivo ahora tiene que ser aún más grande, que este nuevo plan económico y social que se viene para salir de esta pandemia piense en el bienestar a largo plazo de la población, que sea uno más equitativo y sustentable garantizándole un futuro saludable a mi generación”.