Impulso

La demanda de casas sólidas construidas en base a barro creció un 20 por ciento en Santa Fe y se expandió a otras zonas de la provincia, como el Gran Rosario, según indicaron a #IMPULSO desde Cooperativa Teko, la empresa encargada de la ejecución.

Uno de sus integrantes, Mariano Pautasso, explicó que “desde el segundo semestre del año pasado crecieron un 20 por ciento la cantidad de proyectos de origen natural” que está ejecutando la empresa. También agregó que además de Santa Fe y sus alrededores se sumaron proyectos en localidades como Funes, Gaboto y Oliveros, en cercanías de Rosario y también algunas urbes de Entre Ríos.

En lo que se refiere a las obras que se ejecutan fuera de Santa Fe, la empresa toma el trabajo y realiza el proyecto integral y después prepara a un profesional de la zona para que dirija la obra. De esa manera, también se va expandiendo la técnica y es la lógica de la cooperativa, que cada vez más se consolide la técnica de las viviendas naturales hechas en base a barro.

En la actualidad, Teko tiene una capacidad de ejecución de hasta 12 obras simultáneas que toman entre cinco y seis meses hasta su finalización. Sin embargo, antes de culminar esos trabajos comienzan con los nuevos proyectos, sobre todo si se trata de viviendas financiadas mediante el plan ProCreAr, cuya aprobación puede demorarse.

Es decir que la cooperativa de trabajo ejecuta alrededor de 25 casas por año y tienen un exceso de demanda. Es por esa razón que también están trabajando en la capacitación de mayor cantidad de personal para aumentar el volumen de construcción.

El principal obstáculo a sortear es el prejuicio que relaciona a las casas de adobe con un lugar precario y es en ese sentido que trabajan para desterrar esa idea y aumentar la cantidad de viviendas de origen natural, que ofrecen las mismas prestaciones que una construcción de ladrillo pero resultan un 20 por ciento más baratas y una aislación térmica que atenúa las temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano.