Una encuesta de la Federación de Inquilinos Nacional, realizada en diciembre en todo el país, revela que de los ingresos totales del hogar lo que se dedica a alquilar es el 56%, mientras que en el mes de octubre fue del 52%; además, señala que el endeudamiento asciende al 40% de los hogares inquilinos.
Los resultados indican la profundización de la crisis económica de las familias inquilinas, y la crisis habitacional producto de la falta de control del cumplimiento de la ley de alquileres y el decreto.
Además, a este marco de situación compleja se le agrega el golpe de mercado en los precios de los alquileres.
El 94.5% de los inquilinos cree que no hay control de los derechos al acceso a la vivienda en alquiler, mientras que el 58% manifestó que sufrió aumentos en el período de la pandemia.
Los resultados reflejan una inestabilidad muy alta: el 39.6% de los consultados no sabe dónde irá a vivir en los próximos meses, el 19.7% tendrá que mudarse y el 11.4% respondió que está en riesgo de desalojo inminente.
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional manifestó que “la situación se agrava mes a mes a raíz de un mercado inmobiliario que les ha declarado la guerra a los inquilinos fijando aumentos profundamente abusivos”.
Y agregó que “también se suma la realidad económica que lleva al endeudamiento y la situación de cientos de miles hogares inquilinos que cuando finalice el decreto, el 1 de febrero, corren riesgo de quedarse en la calle por la imposibilidad de pagar el alquiler o de reunir sumas de dinero altísimas para ingresar a una nueva vivienda”.