En los juzgados del Centro de Justicia Penal, los policías y patovicas acusados del crimen de Bocacha escucharán su condena, en caso de ser encontrados culpables en hioras del mediodía.
Según la reconstrucción de los hechos, Orellano ingresó al boliche Sr. Ming a las 1.07 horas, mientras que el último registro quedó grabado a las 3.11 horas, cuando se lo ve bailando junto a sus amigos. “Los impactos de la antena de los celulares de los pescadores que vieron cómo Bocacha era golpeado, coinciden en darlos en el lugar esa noche”, afirmó Saldutti en una de las últimas instancias de los alegatos.
Por otra parte, el fiscal de la causa analizó minuciosamente qué hizo cada una de las personas que intervino en la escena, cruzando datos de las cámaras del boliche lindero que enfocaban hacia el río. Según eso, ninguno de los acusados se acercó a la garita de Prefectura a avisar lo que había pasado con Carlos.
Para Patricio Saldutti quedó claro que hubo un pacto de silencio de los acusados: “Fue como si interpretaran una obra de teatro llamada ‘Se cayó solo'”, dijo. Cabe destacar que los apuntados son dos patovicas y dos policias, para los primeros se piden 17 años de prisión, mientras que la condena buscada para los restantes es de dos años más.
En tanto, en la previa de la presentación en el CJP, el padre de Bocacha dialogó con el móvil de Radio Boing y destacó: “Hay muchas pruebas en la causa, yo quisiera que acá tengan en cuenta los artículos a través de los cuales no se les permite mentir a los testigos. Acá hubo mucha gente que mintió y ocultaron pruebas. Yo espero que esa gente también quede presa”.
“Los dueños del boliche ni aparecieron. Me enteré de un montón de cosas en el último tiempo pero no puedo divulgarlas ahora, no es el momento. Para mí, como una persona normal, pienso que los jueces les tienen que dar muchos años, pero yo no sé que van a decidir los jueces. No hace falta que les diga como funciona la Justicia en este país”, cerró.