Los jueces Mariano Aliau, Carlos Leiva y Facundo Becerra condenaron a Rodrigo Panero y Caio Soso a 20 años de prisión por el asesinato de Marcos Guenchul; y absolvieron a Priscila Denoya. El fallo fue por mayoría. El crimen se dio en el año 2019, cuando los hallados culpables se hicieron presentes en el gimnasio en le que trabajaba la víctima y lo asesinaron por presuntos conflictos que mantenía con su ex pareja y madre de su hija.
De este modo, Panero, quien ofició de sicario y abrió fuego contra el preparador físico, fue hallado culpable de homicidio agravado y Soso, pareja de Denoya, deberá cumplir la pena por homicidio agravado por el uso de fuego en calidad de instigador. Por su parte, la ex pareja de Guenchul recibió el beneficio de la duda y fue absuelta.
Los fiscales, Adrián Spelta y Gisela Paolicelli habían solicitado prisión perpetua para Panero, ya que había sido considerado el autor material, para Soso y Denoya como coautores funcionales.
Las la lectura de la sentencia, los fiscales expresaron ante la prensa su óptica respecto al fallo. Spelta destacó que aún “no escuchamos los fundamentos”, que dará el Tribunal en 10 días. “Se sobreentiende que al desvincular a Denoya del grupo no habría una premeditación de tres o más personas, ni un vínculo. Lo que sorprende es que no hayan recepcionado la prueba que había respecto de la promesa remuneratoria que entendía la Fiscalía que existía”, afirmó.
En la misma línea, el funcionario dijo que “la Fiscalía pudo probar que Denoya participó de los hechos previos, en los que según Soso fueron a acordar estos hechos y que posterior al homicidio estuvieron en su casa”. “Ella misma contó también que después del crimen llevó a Panero a Villa Gobernador Gálvez. Eso no le fue suficiente al Tribunal”, expresó.
Por su parte, la fiscal Paolicelli apuntó: “En una segunda declaración Soso trató de despegar a Denoya y tratar de convencer al tribunal de que él tenía su propia motivación y que ella no había participado ni tenía conocimiento de lo que iban a hacer”.
Guenchul murió el 23 de julio de 2019 de un disparo en la cabeza. El entrenador se había retirado del gimnasio donde trabajaba en Mendoza al 4900 y se dirigía a la parada de colectivo ya que se debía volver a la casa de su novia. Antes de llegar, fue abordado por Panero que, a punta de pistola, lo obligó a que doble por Sucre y caminar 30 metros antes de dispararle. Uno de los disparos fue a la cabeza.
La defensa había alegado que el objetivo era “amedrentar a Guenchul para evitar que él termine cometiendo un femicidio”. Por su parte la familia de la víctima manifestó que no quiso que su ex pareja ejerciera la paternidad de la hija y por lo tanto armó un plan criminal junto a su pareja actual, Santiago Soso.