Rullan Corna explicó que el cuerpo presentaba dos lesiones producidas por proyectiles de arma de fuego y una quemadura en una de sus manos. El médico precisó que la lesión mortal se encontraba en la región frontal del lado derecho, a tres centímetros por encima del pabellón auricular y siete por delante, y que la trayectoria del disparo fue de adelante hacia atrás, de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo.
Las declaraciones del médico forense ponen de manifiesto las diferencias en las versiones de los policías implicados en el hecho. En este sentido, el informe de podría ser utilizado como prueba en el contexto de la investigación judicial que se está llevando a cabo para aclarar las circunstancias en las que se produjo el asesinato de Lucas González.