En medio de una creciente tensión social en Chile, millones de ciudadanos podrán acudir este domingo a las urnas para elegir si quieren mantener la actual constitución, heredada de la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990), o redactar una nueva, para incluir mayores reivindicaciones políticas, sociales y cambiar el actual modelo económico.
El país vive desde hace más de un año una grave crisis social, que tuvo su origen en octubre de 2019 con marchas multitudinarias y enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros (Policía) y fuerzas militares, que dejaron miles de heridos, una treintena de muertos y pusieron en jaque al Gobierno de Sebastián Piñera.
En las protestas se multiplicaron los reclamos -cambios al sistema de pensiones, mayores posibilidades de acceso a la educación superior, mejoramiento de los salarios y reformas a la institución de Carabineros, entre otros- pero la principal exigencia terminó siendo que estas reformas se plasmen en una nueva Carta Magna.
Durante el estallido social, que se inició con un acto de desobediencia civil de jóvenes estudiantes, 3.023 chilenos sufrieron todo tipo de violaciones a sus derechos fundamentales, según un balance del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Esta ola de masivas protestas hizo tambalear al segundo mandato de Piñera, quien a mediados de noviembre se vio forzado a llegar a un acuerdo con la oposición para convocar a un plebiscito que defina si la ciudadanía quiere una nueva Constitución.
PLEBISCITO
El plebiscito, que inicialmente sería en abril pero se pospuso para el próximo domingo por la pandemia, propone dos preguntas.
Primero: “¿Quiere usted una nueva Constitución?” y las respuestas posibles serán “Apruebo” o “Rechazo“.
La segunda será “¿Qué tipo de órgano debe redactar la Nueva Constitución?” y las respuestas son nuevamente dos: la “Convención Constitucional” (órgano elegido por completo solo para esta ocasión) o “Convención Mixta Constitucional” (órgano integrado en partes iguales entre parlamentarios en ejercicio y constituyentes electos para esta ocasión).
El voto será voluntario en este plebiscito, como lo es en el resto de las elecciones, en las que suele participar solamente alrededor del 50% del padrón electoral. Solo las personas contagiadas de coronavirus tendrán prohibido sufragar.
En total, hay unas 14,5 millones de personas habilitadas para votar dentro del país y otras 60.000 fuera del territorio. Todos deberán llevar consigo su carnet de identidad y una lapicera de color azul para marcar el voto.
A estos requisitos se le suman las medidas sanitarias como el uso de barbijo en todo momento, distanciamiento físico entre votantes y alcohol en gel a la entrada y salida de los centros de votación.
Télam