Este jueves estrena la película dirigida por Alejandra Marino, un thriller que aborda la trata de menores.
“Ojos de arena”, un thriller que aborda la trata de menores con el foco puesto en familias de clase media y media alta, la connivencia de las autoridades, la desidia de los poderes y la desesperación de quienes buscan sin cesar a sus hijos.
“Filmando un documental en Retiro, vi pasillos que llevan hacia los hangares de buses internacionales con las paredes cubiertas de fotos de niñes buscades” dijo Marino a Télam, casi como explicación del por qué de la producción cinematográfica.
La cineasta completó diciendo que “tiempo después pensamos en sus familias, en las casas vacías de hijos captados por la trata de personas. Y se armó esa conjunción de deseos de poner nuestra mirada sobre el tema, comenzamos a investigar, a encontrar nuestros personajes y sus circunstancias sabiendo que el tiempo es un factor fundamental en la búsqueda”.
TRAMA DE UN DRAMA LATENTE
Carla (Paula Carruega) y Gustavo (Joaquín Ferrucci) son un pareja separada en lo afectivo pero unida por la necesidad de encontrar a su hijo, secuestrado en medio de una investigación que ella llevaba adelante en su trabajo dentro de una fiscalía.
En la pesquisa se cruzan con el adinerado matrimonio entre Inés (Ana Celentano) y Horacio (Manuel Callau), a quienes también le secuestraron a su hija, al igual que a la vidente, interpretada por Victoria Carreras.
Entre ellos se cuece una historia que mezcla desesperación con impunidad en la necesidad de salvar a seres inocentes, como son los niños.
“Toda decisión estética implica compromiso”
“Es inevitable que sienta un compromiso fuerte cuando encaro estos temas, desde la narración, el punto de vista, el encuadre. Pero no es un peso, sino una búsqueda de la forma para desplegar la historia. Primero lo vemos casi obsesivamente desde el guión, luego hablo mucho con el equipo, lo trabajamos con el elenco. Escucho a todes, te diría que escucho con los sentidos. Toda decisión estética implica compromiso. No quiero re-victimizar y tampoco me interesa llegar a un callejón sin salida y esto también lo hablamos con la gente de Missing Children”, dijo Marino, directora además de “Hacer la vida”, “El sexo de las madres” y “Franzie”.
“En la película somos testigos de cómo la inoperancia del sistema judicial, la estupidez y la complicidad entre distintos sujetos de poder, usan y descartan personas” manifiesta.
Al mismo tiempo deja en claro: “Rechazo el morbo y la re-victimización para contarlo. Aunque la mentira y el engaño se oponen, es un material sensible pero muy rico para explorar las fuerzas que empujan la búsqueda de un hijo”, señaló.