La primera etapa del proceso de recuperación de la ex usina eléctrica de la ciudad de Santo Tomé comenzó esta semana y tendrá como principal trabajo a la vista la recuperación estructural del edificio.
La restauración comprenderá otras dos etapas que serán para reacondicionar el interior de la propiedad a las necesidades del Instituto para la Formación Empresaria y Empleo, que funcionará allí una vez culminados los trabajos.
La usina está ubicada en Rivadavia al 1600, entre Avellaneda y Sarmiento, y su puesta en valor forma parte del programa municipal de recuperación de edificios y espacios públicos. Esta primera etapa tiene un presupuesto de 1,7 millones de pesos y estará finalizada en un plazo de 180 días. Así, la intención es inaugurarlo el 7 de marzo del año próximo, día del patrono de la ciudad.
En el caso principal del inmueble se construirá un auditorio con capacidad para alrededor de 80 personas, equipado con sistemas de audio y video de avanzada y el resto de la propiedad se reacondicionará para otras funciones que desarrolla el instituto.
La recuperación de este edificio tiene un valor simbólico muy importante para la comunidad ya que se trata de un emblema y de uno de los inmuebles históricamente más importantes.
La usina eléctrica de Santo Tomé comenzó a funcionar en agosto de 1926, cuando la localidad apenas era un pueblo en el que había unos 25 clientes residenciales y tenía sólo 37 lámparas de alumbrado público. Allí funcionó hasta 1987 y desde entonces el inmueble está vacío y abandonado.