Así como ocurre en otros países del mundo, el avance del covid-19 en la Argentina no sólo tendrá consecuencias sanitarias para la población, sino también económicas.
Los controles que se llevan a cabo con motivo de prevención del coronavirus afectan a la sociedad no solo en cuestiones vinculadas a la salud sino también a la economía y la construcción, como uno de los motores del país, ya empezó a sentir sus consecuencias.
Por el momento, las obras que se realizan en el rubro siguen trabajando, aunque con la salvedad de los grupos de riesgo, como los mayores de 60, los que tienen enfermedades respiratorias, o los que tienen niños en edad escolar a cargo.
“La gente empieza a querer no estar tan expuesta y a tener que estar más presente en su casa por un montón de situaciones y eso va a ir menguando la actividad, lo que a la larga provocará un freno de las obras y una dificultad para pagar sueldos”, afirmó el flamante titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Camarco, Iván Szczech.
Por otra parte, el hecho de que haya disminuido sensiblemente la cantidad de empleados administrativos en el Estado por la cuarentena les hace presuponer que también se ralentizarán los envíos de fondos contra certificados de obras, lo que afectará la obra pública.
“Nosotros esperamos que los nuevos anuncios que se hicieron, como los créditos Procrear, muevan al sector; se va haciendo lo que se puede y nosotros iremos reclamando las medidas necesarias para que las empresas puedan seguir trabajando”, aseguró el presidente de la cámara.
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