¿Cómo y en cuánto afectaría a Santa Fe el posible cambio en las retenciones?

Por Leonardo Piazza

La creciente inflación más la amenaza de la guerra de Ucrania sobre los precios internacionales llevó a confusas medidas y trascendidos. Todas afectan el tema de los derechos de exportación en el complejo de soja y cereales. Justo donde Santa Fe más exporta.

El gobierno nacional suspendió las exportaciones de aceite y harina de soja porque estaría pensando en subir los derechos de exportación de estos productos de 31% a 33%. Este aumento puede hacerse por decreto porque la Ley de Solidaridad y Reactivación Económica, sancionada apenas asumió la actual administración, delegó la posibilidad de mover los derechos de exportación en el Poder Ejecutivo respetando un tope de 33%.

La semilla de soja tiene una alícuota de 33%. El aceite y la harina tienen de 31% con la idea de incentivar la industrialización de la semilla. Si todos los productos de la soja van al 33%, el incentivo se esfuma. Entonces, la industrialización da un paso al costado para dejar paso a las necesidades fiscales.

¿Cómo pegaría el aumento de los derechos del aceite y la harina a Santa Fe?

Lo primero que hay que recordar es que el complejo sojero es el principal exportador de la Argentina. Del total de exportaciones argentinas, 1 de cada 3 dólares viene del complejo sojero. Esta proporción en Santa Fe es de 2 de cada 3 dólares. Así que toda política que apunte al complejo sojero, le pega dos veces más a Santa Fe que al resto del país.

Luego viene la composición del complejo sojero. Un dato interesante de ver es dónde operó más este incentivo a la industrialización de la soja.

Composición de las exportaciones del complejo de soja

2021

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía e IPEC

En el gráfico se puede observar con bastante nitidez que Santa Fe es una provincia eminentemente industrializadora de soja. Sólo el 5% de sus exportaciones del complejo son granos. Un 36% son aceite y un 59% harina de soja. La igualación de los derechos de exportación elimina este incentivo que Santa Fe estuvo aprovechando casi en su totalidad.

El aumento del derecho de exportación del producto industrializado no necesariamente perjudica al industrializador, porque puede trasladar el impacto al productor. También es cierto que una empresa industrializadora de soja instalada no va a revertir su negocio por la eliminación de un incentivo en una actividad competitiva. El problema de la medida son las señales a las nuevas inversiones.

La presión impositiva nacional, provincial y municipal en Argentina es la más alta de América Latina. La energía es escasa, por lo tanto, costosa. La logística terrestre está plagada de “nichos regulatorios” que multiplican el costo del transporte. El modelo de negociación colectiva de Argentina pone múltiples obstáculos para una negociación con los trabajadores a nivel de empresa. El único incentivo que existe para sostener el discurso de que se quiere promover las exportaciones de valor agregado es este diferencial de derecho de exportación. Si se anula, todo discurso industrializador se convierte en pura declamación. A Santa Fe le dará lo mismo exportar grano que aceite.

De todas formas, la amenaza de movimiento en los derechos del complejo sojero vino en el marco de otra amenaza que es el aumento a los derechos de exportación a los cereales. Aquí el argumento es que la guerra de Ucrania, por destrucción o por sanción a Rusia, provocará una disrupción en el mercado internacional del cereal lo que hará subir los precios internacionales y, ello, el precio interno del principal insumo del pan y las pastas. Con un aumento del derecho se desalienta la exportación, aumenta la oferta interna y esto hace caer el precio doméstico del cereal. Los productores de cereales ganan menos y el precio del pan y los fideos no se dispararía.

¿En cuánto afectaría a Santa Fe el posible cambio en los derechos del complejo de soja más el aumento de los derechos en los cereales?

El primer dato aquí es que las exportaciones del complejo sojero y cereales representan el 50% del total de exportaciones de Argentina. En Santa Fe representan el 75%. Esto es lo mismo que decir que, por cada 3 dólares que la Argentina obtiene gracias al complejo sojero y de cereales, Santa Fe aporte 1 dólar. El resto del país aporta los otros 2 dólares.

Participación de Santa Fe en las exportaciones del complejo soja y cereales

2021

Fuente: LP CONSULTING en base a Ministerio de Economía e IPEC

La dirigencia política enfatiza incansablemente su vocación por fomentar las exportaciones argentinas con valor agregado o, lo que es lo mismo, desalentar las exportaciones de bienes agropecuarios para promover las exportaciones industriales. En el complejo sojero están a punto de hacer exactamente lo contrario.

La última promesa es que este viernes 18 de marzo del 2022 larga el combate a la inflación. Seguro que en este “combate” entran los derechos de exportación de los cereales. El último dato de febrero 2022, dio una inflación anual de 52%. El pan y pastas –según el INDEC– subieron 53% anual.

Con derechos de exportación a los cereales, en el mejor de los casos, evitarán que el pan y las pastas no suban muy por encima de la inflación promedio. Pero afirmar que con esto se garantiza el pan y los fideos en la mesa de los argentinos es una flagrante mentira. Porque la inflación seguirá igual por encima del 50% si no se arregla el descalabro fiscal y monetario.

Fuente: LP CONSULTING

Tags: aceite de soja complejo sojero exportaciones harina de soja inflación retenciones



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