Con Diego omnipresente, “Fue la mano de Dios” aspira al Oscar

El cineasta italiano Paolo Sorrentino ingresó con su nueva cinta entre los finalistas de las 15 mejores películas internacionales anunciadas por la Academia para la entrega de los premios de Hollywood.

El 8 de febrero se sabrá si “Fue la mano de Dios” ganó la nominación y, de ser así, si el 27 de marzo la película más autobiográfica -casi una memoria ambientada en Nápoles en la década de 1980- le permitirá llevar a casa una segunda estatuilla codiciada ocho años después de la que ganó por “La Gran Belleza”.

En la contienda con “Fue la Mano de Dios” había otros 91 candidatos nacionales.

Los otros favoritos de la vigilia, entre ellos se encuentra el iraní “Un héroe”, de Asghar Farhadi, el filme animado danés de Jonas Poher Rasmussen “Flee”, el japonés “Drive My Car”, de Ryûsuke Hamaguchi, basado en un cuento de Haruki Murakami, el finlandés “Compartment No. 6”, el español “El buen patrón” y el noruego “La peor persona del mundo”.

La gran sorpresa fue la exclusión para el film francés “Titane” que había ganado la Palma de Oro en Cannes.

“Fue la mano de Dios” ya ganó el Gran Premio del Jurado en Venecia 78 y el premio Mastroianni al protagonista Filippo Scotti, pero el 11 de diciembre falló el objetivo de los EFA, los “Oscar” europeos saliendo con las manos vacías. En tanto se encuentra entre las películas más vistas en Italia en Netflix en estos primeros días de streaming, después de haber sido estrenada también en cines.

UN FILM QUE MIRA DE REOJO LA ÉPOCA DEL 10 EN NÁPOLES

Producida por Lorenzo Mieli y Paolo Sorrentino, una producción de The Apartment (grupo Fremantle) para Netflix, es el filme más íntimo, personal, más valiente, más autobiográfico.

En el centro la historia del alter ego Fabietto (Scotti) que, entre la exaltación del Nápoles de los 80 loco por Maradona y su tragedia personal (la pérdida accidental y prematura de sus padres), ve su camino también gracias al encuentro con el director Antonio Capuano: su futuro es el cine, en Roma.

La familia Schisa vive en un departamento de clase media. Fabietto y su padre son futboleros y su único sueño es que, algún día, Diego Armando Maradona acabe jugando en el Nápoles. Saviero trabaja en una oficina y ha sido alguna vez infiel a su mujer, María, una inteligente y bromista ama de casa que es además una gran madre.

La película transcurre por cálidos caminos de comidas y sobremesas familiares en las que se ríe, se come, se bebe en charlas familiares. Hay escenas que provocan una enorme sonrisa, como cuando Fabietto acompaña a su hermano Marchino a una prueba para ser uno de los 4.000 extras de una película de Fellini.

En esa indolencia de permanente estío, Fabietto anuncia que quizás estudie filosofía cuando termine el colegio, pero en realidad lo que le mantiene vivo son los rumores de que Maradona acabe fichando por el Nápoles

En el reparto Toni Servillo, Teresa Saponangelo, Luisa Ranieri, Massimiliano Gallo, Enzo Decaro, Renato Carpentieri.

Fuente: ANSA.