En la madrugada de este jueves, el Senado de la Nación aprobó el proyecto de ley que otorga a las jubilaciones a un salario mínimo, vital y móvil del 82 por ciento.
La situación que se vivió fue similar a la que se dio hace poco más de dos años cuando se votó la Resolución 125, y quien definió fue el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos.
En esta oportunidad, tras 10 horas de debate, con el tablero digital inutilizable, la votación final fue nominal, a voz cantada, y dio un empate de 35 votos a favor y 35 en contra, con dos ausencias. En este marco, el vicepresidente otorgó su voto afirmativo con lo que se dio por aprobada la ley, que ahora será remitida al Poder Ejecutivo, que aseguró que lo vetará.
Si bien desde un principio era dudoso cuál sería el resultado, los pronósticos a lo largo de la sesión siempre fueron más optimistas para la oposición que para el oficialismo.
Una vez en tablas, y con la responsabilidad de tomar la decisión de sellar el debate, Cobos dijo, a modo de adelanto de cual sería su posición, que él ya había anticipadosu voto afirmativo en los medios.
De este modo, quien es el vicepresidente de la Nación y el presidente del Senado, convirtió en ley el proyecto, y argumentó que “la sustentabilidadpara desarrollar el sistema se va a encontrar con una profunda discusión”.
En tanto, mientras desde el bloque del Frente para la Victoria se resistieron a la iniciativa impulsada desde el arco opositor porque consideran que “no existe un plan de financiación sostenible para ejecutarse”, los máximos referentes de los partidos disidentes insistieron en que se debía aprobar y que ya se estudiará, en su debido momento, la metodología con la que se subvencionará la medida.
La iniciativa, que según el oficialismo generará un costo fiscal al Estado de casi 30 mil millones de pesos, llevaría las jubilaciones mínimas de 1040 pesos a casi 1500 pesos, y de acuerdo alas declaraciones de miembros de la bancada kirchnerista, “es difícil pensar en que existirá algún modo en el que este gasto público se pueda absorber con recursos estatales”.
El jefe de Gabinete Anibal Fernández aseguró que esta "ley quiebra al Estado" y a través de su cuenta de Twitter confirmó que el Gobierno no está "dispuesto a permitir que la Argentina se suicide".