El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo de cinco años con 75,92% de los votos en las elecciones generales, cuestionadas por EEUU y la Unión Europea, entre otros, y en las que, según la oposición, hubo una muy baja participación.
Ortega obtuvo ese porcentaje sobre poco más de 2,8 millones de votos totales, que representaron una participación de 65,23% de los ciudadanos empadronados, reportó el Consejo Supremo Electoral (CSE).
El segundo lugar fue para el candidato del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el diputado Walter Martínez, con 14,15% de los votos, según el informe publicado por el CSE en Twitter.
Luego se ubicó el también diputado y reverendo Guillermo Osorno, del Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), con 3,30 % de los sufragios.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban habilitados para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados a la Asamblea Nacional (parlamento) y 20 al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
ABSTENCIÓN ELEVADA
En las controvertidas elecciones no hubo una real competencia, señalaron los detractores de Ortega, ya que siete aspirantes opositores están actualmente detenidos y los cinco que compitieron con él eran prácticamente desconocidos.
Pese al dato oficial de participación, el observatorio multidisciplinario independiente Urnas Abiertas cifró en 81,5% la abstención.
Las elecciones fueron desconocidas de inmediato por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Costa Rica y Colombia, entre otros países y bloques internacionales, y convalidadas por Rusia y Venezuela.
CRISIS CONTÍNUA
Los comicios profundizan la crisis política en Nicaragua que se desató con las reprimidas protestas de 2018 contra el gobierno, en las que se registraron al menos 328 muertos, cerca de 2.000 heridos, miles de detenidos y más de 10.000 nicaragüenses que abandonaron el país, incluidos 90 periodistas, según denunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en abril de 2020.
Luego de esas protestas, también fueron arrestados unos 40 dirigentes opositores, incluidos siete aspirantes presidenciales de las principales fuerzas de oposición, entre quienes se destaca Cristiana Chamorro, precandidata del Partido Restauración Democrática (PRD), que se insinuaba en los sondeos con posibilidades de disputarle el poder a Ortega.
Télam