El sector de la construcción sigue siendo el que consolida un crecimiento sostenido en el país, luego de atravesar la crisis económica de 2018-2019 y la pandemia desde marzo 2020 hasta la actualidad.
Desde hace cinco meses, de manera consecutiva, los empleos formales van recuperándose al ritmo del crecimiento de la obra pública, fundamentalmente. Pero también se han motorizado los trabajos menores, de refacciones o mejoras en viviendas que se relacionan con la labor de los denominados cuentapropistas o monotributistas, aquellos que hacen trabajos de albañilería, pinturas, carpintería, electricidad o herrería.
No es posible estimar cuántos hay en el rubro, pero seguramente muchos más que los obreros registrados inscriptos en empresas de la construcción.
“Es evidente que se ha ido incrementando el trabajo en los cuentapropistas o monotributistas. No podemos tener registros de esos niveles de actividad, porque ellos facturan sea por los servicios prestados como para tener una obra social, que no necesariamente es la que pertenece al gremio”, explicó el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), Walter Doronzoro.
“Uno lo ve en las calles, que crecen los arreglos en las casas. Y particularmente en noviembre y diciembre, antes de las Fiestas, es cuando más se nota eso: en una casa, para pintar, hay entre dos o tres compañeros. Algunos hacen arreglos u obras en baños, otras ampliaciones en las casas. Pero en estas fechas siempre hay un repunte”, fundamentó el dirigente gremial.
A su criterio, desde que se levantaron las medidas de restricción, comenzó a despegar este tipo de trabajos de menor envergadura: “La labor de los cuentapropistas también se observa en la venta de insumos”, añadió.
Desde distintos corralones confiaron que las ventas se mantienen a buen ritmo. “El año pasado, después de la cuarentena hubo una gran cantidad de pedidos que llevó a que haya faltantes de varios materiales, pero además los precios aumentaron mucho, casi el doble de la inflación. Hoy, a diferencia de esa situación, están algo más estables o previsibles”.
Es que aquellas firmas dedicadas a la venta de equipamientos e insumos cuestionan las trabas a las importaciones, que afectan tanto a grifería como terminaciones en pisos –particularmente de alta gama–, que no en todos los casos pueden ser reemplazados por productos nacionales.
“Por cómo venía el año, esperábamos un poco más de ventas”, graficaron desde otro corralón. Es que tras las elecciones PASO, el marco de incertidumbre económico y la volatilidad del dólar, hubo un freno a ese crecimiento sostenido.
Según el último informe del Instituto de Estadística y Registro de la Actividad de la Construcción (Ieric), lleva cinco meses consecutivos la recuperación del empleo en blanco.
El crecimiento de la actividad en la construcción se registró en noviembre de 2020, y puso fin a 28 meses de crisis y caída progresiva. Ya superó el nivel de empleo que la construcción tenía en marzo –previo a la pandemia– de 5.570 puestos.
De todos modos, ese nivel de ocupación se sigue ubicando aún entre los más bajos de los últimos 10 años, y representa casi un 50% del nivel de empleo existente en la provincia en 2015, cuando se alcanzó un pico de 11.238 trabajadores.