La organización ecologista “Los Verdes” presentó un proyecto de ordenanza en el Concejo que promueve el aprovechamiento del agua de lluvia para riego y limpieza en desarrollos edilicios de cuatro pisos de altura o más.
Se trata del aprovechamiento de los retardadores de desagües que ya se exigen para los grandes emprendimientos inmobiliarios y persiguen el objetivo primario de evitar inundaciones en Rosario.
En contacto con #IMPULSO, Gonzalo Gorostarzu, uno de los responsables de la ONG “Los Verdes”, dijo que el proyecto presentado promueve un sistema de aprovechamiento de agua de lluvia y plantea la necesidad de avanzar hacia formas más eficientes del uso del agua potable. “Se trata de la implementación de un sistema que permita reservar y vincular el agua de lluvia alojada en los sistemas de reservorio para ser utilizada en riego de jardines y limpieza de aceras, estacionamientos y patios, con el fin de disminuir la demanda de agua potable destinada a esos fines”, agregó.
Además, se contemplan medidas de control y disminución de los impactos de las descargas pluviales y fija un volumen mínimo de acopio de 2 mil litros por edificio. “Prescindir de utilizar agua potable para riego y limpieza es un paso más hacia un uso eficiente del recurso. Hoy contamos con retardadores de agua de lluvia en edificios que luego se vuelcan a la red pluvial. Nuestra intención es aprovechar al máximo el recurso”, dijo Gorostarzu.
La ordenanza en números
A la fecha, más de 300 edificios de Rosario ya tienen retardadores pluviales. El sistema, en el que la ciudad es pionera, permite que ante fuertes lluvias 6 millones de litros de agua se viertan a la red de manera progresiva.
El mecanismo de regulación consta básicamente de un reservorio (tanques, cámaras, conductos o cualquier depósito transitorio) con capacidad para almacenar 650 litros en edificaciones de 100 metros cuadrados, 1.200 litros en las de 200 metros cuadrados, 1.600 en las de 300 y así sucesivamente.
El retardador recibe parte del efluente pluvial recogido en cubiertas y pisos y lo deriva, según el equipamiento de infraestructura que exista, al cordón de vereda, la zanja o un conducto de carácter pluvial o pluviocloacal existente, mediante una salida regulada y progresiva.
Vale recordar que el primer complejo que contó con los retardadores fue el de los cines Village, que a instancias del municipio construyó ese sistema en 1998, luego de acordarlo con la Comisión Técnica de Urbanización por tener un área de más de 5 mil metros cuadrados de superficie.