Convocan a innovar en alimentos para el bien común, accesibles y de calidad

Con productos sustentables e innovadores, investigadores y especialistas argentinos llaman a cambiar e incorporar nuevas comidas en comedores populares.

Investigadores argentinos dedicados a la innovación en la producción de alimentos, como una leche a base de quinoa, una prepizza con pescado y el uso del kéfir como probiótico para comedores populares, entre otros productos, destacaron la necesidad de trabajar en alimentos pensados “para las mayorías“, con precios justos y calidad nutricional, apostando a su vez a un desarrollo local sustentable.

Es necesario trabajar en investigaciones aplicables para el bien común de la población, que aseguren equidad en el acceso y la seguridad alimentaria a sectores de la sociedad excluidos“, dijo a Télam Emiliano Kakisu, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad de Lanús (UNLA).

Kakisu es uno de los creadores de Biba, la primera leche vegetal a base de quinoa desarrollada en Argentina por el Conicet, las Universidades de Quilmes, La Plata, Luján y Lanús y la empresa argentina Babasal, en una “articulación necesaria” entre lo público y lo privado.

Se trata de un lácteo “autóctono” ya que la quinoa, un alimento “ancestral de alto nivel nutricional“, se produce en el país, especialmente en San Juan, donde este desarrollo está generando “numerosos puestos de trabajo“, indicó.

Los aprendizajes en torno al desarrollo de este producto fueron presentados en la primera edición del Encuentro Intersectorial sobre Innovación y Calidad en la Alimentación (EIICA), que se realizó en la Universidad de Lanús, y que contó con importantes expositores nacionales e internacionales.

Allí se compartieron diversas experiencias en busca de orientar el desarrollo productivo y tecnológico hacia alimentos de calidad y accesibles con foco en las necesidades alimentarias de la Argentina.

Una de ellas fue un proyecto de prepizzas a base de pescado y harina de trigo impulsado por un grupo de investigación de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Mar del Plata (Unmdp), liderado por el investigador del Conicet Gerardo Checmarev, que fue seleccionado en la convocatoria Ciencia y Tecnología contra el Hambre.

El pescado tiene muy buenas cualidades nutricionales y sin embargo en Argentina el consumo es muy bajo“, explicó a Télam Checmarev, quien desde 2018 lleva adelante actividades y talleres para concientizar y fomentar el consumo de pescado en la población, especialmente en escuelas donde este alimento no está incorporado en sus menús.

Durante la pandemia de coronavirus, el grupo de investigadores produjo y donó unas 3.500 prepizzas a instituciones de Mar del Plata, Balcarce, Mar Chiquita y Miramar.

Hay especialidades en las que quizás es más difícil tener esta relación, pero en nuestro caso es fundamental que no nos quedemos en el laboratorio y salgamos a la realidad a ver las cuestiones que hay que solucionar“, expresó el científico y agregó que urge “pensar en el alimento para el pueblo y no en exportar y nada más“, además de apuntar a “lo local y sustentable“.

Télam