Es por la compra de vacunas que realizó la gestión gubernamental federal. La denuncia llegó a la Corte. Aumentan los pedidos de juicio político contra el jefe del Estado.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue denunciado este lunes por senadores ante el Supremo Tribunal Federal por supuestamente haber ocultado un delito cometido en la compra de 20 millones de dosis de la vacuna india Covaxin contra el coronavirus, en el marco de un escándalo que está subiendo la tensión en el oficialismo y aumentan los pedidos de juicio político contra el jefe del Estado.
El líder de la oposición en el Senado, Randolfe Rodrigues, del partido de centro Rede, anunció la presentación, llamada noticia-crimen ante la máxima corte de Brasil, debido a la “prevaricación” (prevaricato) de Bolsonaro.
“El presidente de la República no tomó ninguna medida después de saber de un gigantesco caso de corrupción en el Ministerio de Salud”, afirmó Rodrigues luego de presentar la denuncia con otros dos senadores.
A partir de ahora, la corte suprema deberá decidir si pide a la Fiscalía General de la República abrir una investigación sobre el caso, que involucra a aliados del presidente Bolsonaro como articuladores para firmar un contrato sobrefacturado con una farmacéutica local importadora de vacunas Covaxin.
El escándalo, que explotó el viernes pasado, llevó a la oposición de izquierda a anticipar para el sábado próximo las manifestaciones para pedir de la renuncia de Bolsonaro por “genocidio sanitario” luego de las revelaciones realizadas por la comisión parlamentaria del Senado que investiga las omisiones del Gobierno.
SEGÚN BOLSONARO SON MUCHOS MINISTROS
“Son 22 ministerios, no tengo cómo saber lo que ocurre, confío en mis ministros”, dijo el primer mandatario brasileño.
Bolsonaro subrayó este lunes que no tiene cómo saber lo que ocurre en los ministerios y negó responsabilidad en los supuestos sobreprecios detectados en el contrato de compra de Covaxin, luego de que el diputado oficialista Luis Miranda acusara al diputado y exministro de Salud Ricardo Barros y asegurara que el mandatario estaba al tanto del asunto.
El mandatario admitió haberse reunido el 20 de marzo con Miranda, bolsonarista que llegó a la política en 2018 como un conocido admirador de la cultura estadounidense en las redes sociales, pero negó que en ese encuentro haya reconocido que sabía del escándalo.
El presidente afirmó que el caso tiene que ver con la intención para desestabilizarlo y que el contrato sobrefacturado con Covaxin no fue ejecutado. “Es la corrupción virtual”, ironizó.
También fustigó a la comisión del Senado que lo investiga al señalar que lo critican por no haber comprado las vacunas en 2020 y ahora le apuntan cuando se acelera un proceso de compra.
UN CASO QUE PONDRÍA EN JAQUE AL PRESIDENTE
El caso que pone contra las cuerdas al bolsonarismo se basa en el descubrimiento de un contrato firmado con una empresa tercerizada vinculada al diputado Barros para comprar 20 millones de dosis de Covaxin por 15 dólares la unidad, más de 1.000% del valor original.
La compra no se concretó porque el hermano del diputado, Ricardo Miranda, es funcionario de carrera del Ministerio de Salud y fue el que frenó supuestamente la sobrefacturación con un pago a una empresa en un paraíso fiscal, tercerizada, para adquirir 20 millones de dosis de Covaxin.
La vacuna Covaxin, al contrario de las otras, tuvo su contrato confeccionado en tiempo récord pese a que aún no fue aprobada por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
Barros es del PP (Partido Progresista, derecha) y fue ministro de Salud entre 2016 y 2018 durante el Gobierno de Michel Temer: su poder de cabildeo para la industria de medicamentos lo llevó a montar un poder paralelo que convive con los militares puestos por Bolsonaro en la cartera sanitaria.
Miranda amplió este lunes a Folha de Sao Paulo sus denuncias y dijo que la corrupción en el Ministerio de Salud también estaba vinculada a la importación de test de Covid. Dejó entrever que habrían grabado a Bolsonaro durante la reunión.