La imagen resultó rara este martes en el Centro de Justicia Penal, en la sala 7. Con un buzo gris con capucha y esposado, estaba Leonardo Cositorto. El mismo personaje que ocupó los últimos meses las pantallas de los canales de televisión nacionales por la causa judicial contra Generación Zoe, un emprendimiento que funcionaba captando ingresos en dólares de ahorristas de varios puntos del país, que terminó en imputación judicial.
Luego de haber viajado a Rosario especialmente desde Córdoba, adonde se le había dictado prisión preventiva, en calidad de detenido y haber pasado unas horas en la misma prisión en la que estuvo Ariel Máximo “Viejo” Cantero, el mediático personaje estaba ahora en el Centro de Justicia Penal rosarino, escuchando las acusaciones del fiscal Ríos Artacho.
Y tras la descripción de lo que habían padecido las víctimas estafadas de Generación Zoe en Rosario, Cositorto decidió tomar la palabra, en medio de la audiencia y antes de la resolución de la jueza. Dijo que está siendo víctima de una campaña orquestada en su contra y se declaró inocente. Además, se despegó de los hechos que habían sucedido en Rosario a nombre de GZ.
“Voy a ser breve, pero tengo para contar una película completa. Es increíble que nos estén acusando de semejante barbaridad. Desde los 21 años me conocí 46 países y viví en once. A mi madre la llevé a 33 países distintos. Soy libre financieramente desde los 22 y más fuerte de los 24. No tengo ninguna intención de quedarme el dinero de nadie. Siempre he puesto del dinero mío para sostener cualquier proyecto”, inició.
Cositorto también habló de la economía nacional como causa para la caída de Generación Zoe: “Acá hay que hablar del desastre económico y financiero que hay en Argentina. Y la corrupción que hay también”.
Luego, pese a haber estado fuera del país cuando lo buscaba la justicia, se desvinculó de la acusación de haber sido un evadido: “Yo en ningún momento estuve prófugo. Cuando estaba esperando la respuesta de qué pasaba con mi situación, Interpol me detiene”.
Cositorto siguió: “Acá hay periodistas comprados, pagados, al servicio de poderes corruptos que me vienen difamando. Todos los días decían barbaridades de mi persona. Estar a derecho, a mí me significa haber estado ya en cinco cárceles, diez calabozos, haberme hecho 16 hisopados y estar hace 30 días incomunicado. Ayer y hoy, no me dieron de comer, ni siquiera un vaso de agua”, reclamó. Antes de iniciar la audiencia, se le habían retirado las esposas. Pero siguió todo el tiempo custodiado por agentes del Servicio Penitenciario.
El acusado dijo que el local de Generación Zoe Rosario se abrió sin consentimiento suyo. “No tienen ni una factura. A la sucursal de acá no pisé ni la conozco”. Planteó que los otros dos acusados aquí en Rosario se habían capacitado en coaching con él, pero lo que hacían en la ciudad captandon clientes no tenía relación con alguna decisión suya.
Y por último aseguró: “Esto es todo mediático. Dicen que yo curaba el sida, el cáncer. Está lleno de periodistas pagos. Armaron una campaña en mi contra con 600 mil dólares, me dictaron una muerte civil. A mí me han hecho una campaña brutal y cualquier empresa se cae en dos días con algo así. Nosotros sostuvimos todo lo que pudimos, hasta el mes de enero hay pagos. Pero no tenemos capital ni propiedades para afrontar las pérdidas que nos provocaron: 160 millones de dólares. Me nombraron mil veces en la televisión. Me hicieron dos programas exclusivos. Buscaron pegarme con Santilli y con Larreta”.
Además de la causa en Rosario, Cositorto tiene otros frentes judiciales abiertos en Corrientes, Salta y Córdoba. A la provincia mediterránea es adonde debe regresar hoy, luego de finalizada la audiencia del Centro de Justicia Penal.