El río Paraná creció este martes y los últimos días frente a diferentes ciudades de la provincia de Entre Ríos, aunque continúa lejos de sus niveles normales y de la marca de aguas bajas, y se mantiene una perspectiva “netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes dos meses“, informó el Instituto Nacional del Agua (INA).
La bajante de características extraordinarias “seguirá siendo motivo de especial monitoreo diario“, apuntó el organismo.
A pesar de registrar un “importante incremento en el caudal descargado desde la alta cuenca“, y esperar que el río continúe creciendo “un 35% más que una semana atrás”, para el INA “prevalece una tendencia descendente” en las aguas del Paraná.
Por eso, la perspectiva al 31 de octubre próximo “es netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes dos meses, por lo menos“, explicó el organismo, y pidió mantener “la captación de agua fluvial para consumo urbano“.
Además, en el litoral argentino se espera un trimestre con condiciones “levemente deficitarias” de precipitación, mientras que para las regiones de la cuenca del Paraná y Paraguay aguardan un trimestre con condiciones normales de lluvias.
En tanto, el caudal entrante al delta del Paraná registró un comportamiento descendente durante todo agosto, más pronunciado en la segunda quincena, con un promedio de 8.000 metros cúbicos por segundo, muy por debajo de lo normal.
En ese sentido, el INA prevé que las próximas semanas continuará disminuyendo, y la tendencia climática para fines de octubre “no permite esperar una mejora sostenida“.
Télam