Aunque por años no se habló mucho sobre el impacto de las criptomonedas en el medio ambiente, en este 2021 hemos visto como más y más personas se preocupan por cómo este mercado estaría generando una contaminación que estaría incrementando el peligro que experimenta el medio ambiente.
Si bien los defensores del mercado de las criptomonedas han diseñado distintos argumentos para minimizar las preocupaciones generadas alrededor de este tema, lo cierto es que la polémica seguiría siendo uno de los puntos más mencionados en el debate sobre las próximas regulaciones que deben regir esta tecnología.
La contaminación “por criptomonedas”
Si eres nuevo en este tema, tal vez desconozcas por qué muchas personas culpan al mercado de las criptomonedas por el incremento en la contaminación global. La respuesta es simple: la minería de criptomonedas se ha convertido en una de las actividades más demandantes para el sistema eléctrico del planeta, gastando tanta energía como la Argentina anualmente.
En conjunto con el impresionante gasto eléctrico, el crecimiento del mercado de las criptomonedas también estaría llevando a un incremento en la fabricación de equipos electrónicos utilizados para la minería. Esto no solo requiere un mayor uso de productos plásticos, sino también una mayor generación (y mala disposición) de residuos no biodegradables.
Nuevas soluciones
Esta es una situación que muchos inversionistas y desarrolladores se han tomado en serio, por lo que es posible ver el desarrollo de soluciones que podrían disminuir significativamente la contaminación generada por este mercado. Una de las más populares sería la implementación de algoritmos de prueba de participación (PoS, por sus siglas en inglés).
Los PoS fueron creados para sustituir la minería tradicional, eliminando la necesidad de utilizar poder de procesamiento para la resolución de problemas. Con este, los mineros “apuestan” (lo que se conoce como staking) parte de su cartera de criptomonedas para llevar a cabo el registro de transacciones en la Blockchain.
Esta nueva metodología hace que la minería con poder de procesamiento sea obsoleta, eliminando por completo la necesidad de utilizar equipos ASIC y por ende, gran parte del gasto eléctrico. Cardano, Tezos y Algorand serían las criptomonedas más importantes en implementar algoritmos de prueba de participación, mientras que se espera que la red Ethereum haga lo propio en los próximos años.
Un futuro incierto
Si bien muchas personas invierten en el mercado de las criptomonedas mediante servicios de inversión como Bitcoin Trader, Binance, Robin Hood, Coinbase, entre otros, lo cierto es que la minería seguiría siendo medio predilecto de generación de ingresos de los grandes capitales. Las denominadas “granjas” de criptomonedas serían la principal amenaza, y siendo posible toparse incluso con almacenes que mantienen miles de equipos trabajando las 24 horas del día.
Mientras que muchos desarrolladores e inversionistas tratan de innovar para reducir la huella de carbono generada por la minería, buena parte del mercado insiste no solo en tratar de minimizar los argumentos alrededor de esta problemática, sino incluso esconder la información para evitar la toma de decisiones adecuadas.
Eso no solo hace que incrementen las tensiones entre quienes defienden y atacan el mercado, sino que además tiene el potencial de obligar a las entidades gubernamentales a crear regulaciones mucho más estrictas alrededor de las actividades que se realizan en este mercado, amenazando con su estabilidad y potencial a largo plazo.
La contaminación generada por la minería de criptomonedas es un tema serio que debe ser abordado con celeridad, siendo los inversionistas quienes deberían estar más interesados en que se tomen decisiones acerca de esta problemática. Mientras no lo hagan, el futuro del mercado está en riesgo.