El Gobierno de ese país confirmó que cuando se logren completar las tareas para controlar la radiación, se desmantelará la central
A pesar de que la situación en la central japonesa de Fukushima sigue siendo de alto riesgo, las distintas tareas por controlar la radiación comenzaron a lograr su objetivo.
Mientras que se logró restablecer la electricidad en el reactor 2, lo que permite la refrigeración del mismo, el reactor 1 también se benefició de esa situación ya que ambos están conectados. En tanto, los reactores 5 y 6 entraron en el denominado proceso de parada fría, por lo que -según indicaron los especialistas- ya no existe peligro de fusión del núcleo.
Desde el gobierno nipón, se aseguró este domingo que una vez superados los inconvenientes, la planta de Fukushima 1 será desmantelada e inutilizada.
Más de 300 técnicos se encuentran trabajando en la zona de alto riesgo, mientras camiones cisternas arrojan más agua al reactor 3, el más comprometido, debido a que en su núcleo hay una mezcla de plutonio y uranio, altamente radiactivos.
Por otro lado, la leche, el agua potable y los alimentos podrían estar comprometidos. La Agencia de Seguridad Nacional de Japón aseguró que la radiación encontrada en espinacas y leche a 30 kilómetros de la plata supera los estándares permitidos.
En tanto, se detectaron niveles de yodo radioactivo en el agua potable de la ciudad de Tokio. Si bien las autoridades indican que no hay riesgos para la salud, se evalúa paralizar las ventas de todo tipo de producto alimenticio en la zona.
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