"Argo" fue sin lugar a dudas una de las grandes sorpresas de 2012. Basada en una historia real, que salió a la luz pública en la década de los 90 durante la gestión del presidente Bill Clinton, cuenta una operación secreta emprendida por la CIA en 1979, luego de que militares iraníes invadieran la Embajada de Estados Unidos en Teherán, tomando a más de 50 rehenes, de los cuáles seis pudieron escapar y refugiarse en la casa del embajador de Canadá.
Dirigida por Ben Affleck, quien está a cargo del rol principal, la película logra la tarea de entretener desde el primer minuto y hasta llegados los créditos finales, que de por sí, merecen una distinción especial por mostrar cómo se buscó reflejar hasta el más mínimo detalle, recrear los hechos sucedidos. (Es decir, no se levanten de la butaca, apenas termine la cinta).
Obsesión y dedicación es lo que Affleck refleja a la hora de hacer un balance de esta cinta de suspenso, cuyo único pecado podría resultar tener cierta familiaridad en su núcleo con "Wag The Dog", de 1997, con Dustin Hoffman y Robert De Niro. Sin embargo, nobleza obliga, la historia original de "Argo" es anterior a la de "Wag The Dog".
Simular la filmación de una película, con todo lo que ello significa, desde montar una productora, contratar al productor, director, coordinar con los guionistas, llamar a los medios de comunicación y publicitarla, fue el método que encontró el gobierno norteamericano, con ayuda del de Canadá, para salvar a esos seis estadounidenses atrapados en Irán.
El film está perfectamente cuidado, al punto de mostrar que Affleck puso un singular esfuerzo en que "Argo" fuera más que una historia que contar.
Los colores, filtros y tonos en la fotografía de Rodrigo Prieto ("Babel", "Brokeback Mountain"), la banda de sonido a cargo de Alexandre Desplat ("Tan Fuerte, Tan Cerca", "El Árbol de la Vida") y un impecable manejo de composición en cada escena y cómo retratarlas, hacen de esta cinta, una gran candidata a llevarse (y merecer) más de un Oscar, incluso el de Mejor Película.
El puntaje final puede no coincidir con el promedio de los aspectos calificados y es una opinión del editor.
Norberto Sica es director editorial de IMPULSO