Siempre tuve claro que para que un film se lleve el Oscar a Mejor Película, son varios aspectos del mismo que deben ser analizados. No se trata de premiar sólo una historia (para eso está Guión Original o Guión Adaptado), tampoco sólo su dirección, su producción o su fotografía.
Repasando las 84 ediciones de los premios de la Academia uno puede encontrar títulos que jamás deberían haberse alzado con el galardón más importante, justamente porque en el balance general todos esas facetas unidas de un film no alcanzan el nivel de excelencia más alto.
"La Noche Más Oscura", dirigida por Kathryn Bigelow, no sobresale en ningún aspecto. Es una propuesta entretenida, que muestra como "podría" haber sido la captura de Osama Bin Laden.
La historia se centra más en una agente de la CIA, protagonizada por Jessica Chastain, obsesionada por atrapar al líder de Al Qaeda, que por hacer eje en las vicisitudes políticas, la preocupación por el terrorismo o el debate del uso de la tortura para conseguir quebrar al enemigo.
El ex presidente George W. Bush ni siquiera es mencionado y el actual Jefe de Estado norteamericano, Barack Obama, aparece brevemente en un reportaje cuando es candidato a ocupar el sillón del Salón Oval.
Como película bélica, queda lejos de otros títulos del género como "La Caída del Halcón Negro". Como thriller, hay otros exponentes mejor logrados.
Las escenas de tortura no resultan creíbles, el papel de Chastain no logra traspasar la pantalla y el manejo de la cámara es inferior al esperado de alguien que ya ganó un Oscar (por "Vivir al Límite").
"La Noche Más Oscura" es una película que entretiene a pesar de su extensa duración (157 minutos). Pero claramente no está a la altura de un premio.
Norberto Sica es director editorial de IMPULSO