[Crítica] *Pacific Rim*: para ser Titanes del Pacífico se necesitan más que efectos especiales

La película de ciencia ficción está visualmente bien lograda en su mayor parte, aunque su historia no dejó ningún legado, más que el de pensar en que Michael Bay y sus Transformers, al menos lo habrían hecho más divertido

"Titanes del Pacífico" (Pacific Rim) forma parte de una nueva generación de títulos de ciencia ficción (o fantasía) en la que los directores parecen estar ocupados exclusivamente en los aspectos visuales, lo que no dejaría de ser meritorio si no se olvidaran del resto de los ítems que hacen íntegro a un film.

En esta apuesta de 190 millones de dólares de producción, el mexicano Guillermo del Toro, muestra que intentó aprovechar al máximo posible su experiencia en títulos como "El Laberinto del Fauno", "Hellboy", "Hellboy II" o "Blade II" para mostrar que es capaz de montar un blockbuster, dándole entidad en una gran parte de la película a los elementos estéticos.

Del Toro tiene su propia impronta: le gustan las escenas con abundancia de tonos oscuros e incluso hasta el vestuario de los protagonistas de "Pacific Rim" no parece alejarse de los marrones, negros o grises. Prácticamente no hay escenas con la luz del día.

Los efectos especiales mantuvieron durante la primera mitad un nivel de alta minuciosidad, con algunas excepciones que volcaron a la película de clase A a B, en segundos. Uno de los momentos más bizarros, fue ver a uno de los gigantes alienígenas dando a luz a su cría desde el útero en el cual se hallaban unos terrícolas.

La historia transcurre en un futuro no determinado, en el que los humanos nos enfrentamos a una invasión del espacio exterior, en esta ocasión con la formación de un puente dimensional en el fondo del océano Pacífico, a través del cual ingresan unos monstruos llamados Kaiju.

Aquí el director tiene un punto a favor: la historia comienza rápidamente y sin preámbulos. Pone en claro la situación desde los primeros minutos.

Para combatir a los extraterrestres, una suerte de Godzilla mezclados con dinosaurios, la humanidad construye unos robots de grandes dimensiones (denominados Jaegers) que deben ser controlados por dos pilotos creando un "puente" entre sus mentes.

Con la salvedad de las escenas de acción, los diálogos son aburridos y repetitivos. Y los "genios" que encuentran la solución al problema de la invasión, tienen tantos clichés que resulta imposible perdonar su participación.

"Titanes del Pacífico", protagonizada por Charlie Hunnam, Rinko Kikuchi e Idris Elba, visualmente está bien lograda (no al extremo) aunque su historia no dejó ningún legado, más que el de pensar en que Michael Bay y sus "Transformers", al menos lo habrían hecho más divertido.

Norberto Sica es director editorial de IMPULSONEGOCIOS.COM